La policía lanzó oleadas de balas de goma, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras el miércoles sobre docentes en huelga en una ciudad del sur de Brasil, lo que dejó más de 150 heridos.
Las fuerzas policiales indicaron que decidieron actuar luego que algunos de los manifestantes intentaran obtener acceso a un edificio del Congreso estatal donde los legisladores votaron para recortar los planes de pensión de los maestros, pero la acción de las autoridades fue ampliamente criticada como excesivamente dura.
Escenas de la televisión en vivo mostraron a la policía que disparaba esas armas no letales hacia grupos compactos de maestros, los cuales intentaban atravesar una barrera policial en torno del Congreso estatal de Paraná donde se debatía recortar las jubilaciones del sector.
Se utilizaron también cañones de agua para contenerlos.
La municipalidad de Curitiba indicó en su página de internet que al menos 150 personas recibieron atención médica por las heridas sufridas. La secretaría de seguridad del estado señaló que una veintena de agentes policiales sufrieron lesiones, aunque se desconocía qué tan graves.
Aparentemente los enfrentamientos cesaron hacia el anochecer.
El alcalde de Curitiba, Gustavo Fruet, calificó el enfrentamiento de “guerra sin precedentes” y “tragedia anunciada” que atribuyó a las fuerzas de seguridad, dependientes del gobierno estatal.
La declaración en la página de la municipalidad dice que los agentes de la guardia municipal, que no portan armas, habían formado un corredor de seguridad que permitía a los docentes heridos llegar al ayuntamiento para recibir primeros auxilios.
El gobierno del estado de Paraná, el cual controla las fuerzas de seguridad que se enfrentaron con los maestros, indicó en un comunicado en su sitio de internet que “lamenta profundamente los actos de enfrentamiento, agresión y vandalismo causados esta tarde por manifestantes” no vinculados con los docentes huelguistas.
Dijo que personas enmascaradas trataron de abrirse paso a través del cordón policial con piedras, petardos, palos y barras de hierro para invadir la legislatura estatal y que son “directamente responsables del enfrentamiento”.
Siete personas fueron detenidas por agredir a los agentes policiales, agregó.

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