Víctor Román Flores literalmente nació en una farmacia. En broma comparte que desde pequeño olía a Desenfriol-Ito.
“Somos 9 hijos y mi madre a todos nos tuvo con partera justo detrás de la pequeña farmacia que tenía mi padre en la avenida Miguel Alemán, lo que en aquella época era el Tepito de León”, recordó.
Desde niño su sueño era tener una gran farmacia con empleados para vender a diferentes partes de México, objetivo que 30 años después ha logrado.
Contador de profesión, comparte que una vez egresado de la Universidad probó suerte en Suelas Medina Torres, propiedad de Carlos Medina Plascencia; sin embargo, pese a recibir un buen sueldo se dio cuenta de que no sería ese oficio el cual le llenaría en su vida.
“Comencé en una farmacia de 3×20 en la Ignacio Comonfort, sin empleados y sin capital, pero con experiencia, con conocimiento de los proveedores y con muchas ganas de hacer grandes cosas”.
El director de Distribuidora Román nos cuenta su historia como empresario y el principal legado que le dejó su padre, mismos que son los pilares de su vida y su empresa.

¿Cómo se involucra en el negocio de las farmacias?
Mi papá tenía una farmacia y no le gustaba tener empleados, pero inteligentemente tuvo nueve hijos que desde los 6 años nos pedía que le ayudáramos. Las reglas eran: yo te ayudo con darte comida, techo y educación pero para gastar tienes que trabajar con un horario… sin excusas de faltar. Nos ponía una cajita y al final del día de las ganancias nos daba una comisión.

A su pequeña edad, ¿qué aprendió de atender una farmacia?
Ser responsable, saber que si atendía bien al cliente iba a regresar y eso me iba a generar más dinero de comisión; a respetar un horario. La farmacia abría de lunes a domingo de 8 de la mañana hasta las 11 de la noche y sin cadenas dedicadas al sector, aquello se convirtió en un buen negocio.

¿En qué momento se decide a poner su propia farmacia?
Al momento de terminar la carrera. Primero probé en el calzado y me di cuenta de que no era lo mío, además no iba a crecer mucho. Siempre mi ilusión fue tener una gran farmacia y sin duda que el estudio también te abre el panorama para pensar en que con trabajo puedes llegar a ese objetivo.

¿En qué momento pasa de atender una farmacia a Distribuidora Román?.
No fue nada sencillo, fueron días de bastante trabajo, pero afortunadamente cuando te rodeas de gente competitiva y que tiene una mentalidad similar a la tuya las cosas se van dando y siempre el reto ha sido crecer cada año un 10% y hasta ahora vamos bien. Surtimos en 18 estados, tenemos un Centro de Distribución en León y uno más en Puebla, presencia en 490 municipios y más de 4 mil 500 clientes activos.

¿Cuáles son esos valores que tienen en la empresa?
Siempre una filosofía de “arriba la línea”, no hay negación, ni pretextos o disculpas. Se trata de tener iniciativas, optimismo. Nos han tocado 2 devaluaciones, nos han robado, todo lo que puede pasar a una empresa nos ha sucedido, pero se trata de no caernos y eso nos ayudado en los momentos difíciles.
¿Cuáles son los 3 principales aprendizajes de su padre?
Siempre tener un servicio al cliente, siempre estar disponible y tener amabilidad; la honestidad y compromiso nos ha abierto las puertas con proveedores, clientes. El profesionalismo para siempre tratar de hacer las cosas.

¿Hay algo que como empresario le falta hacer?
Ahora que existe una consolidación en el negocio, surgió la intención de buscar regresarle algo a la sociedad y luego de rechazar varias propuestas aceptamos el reto de ser presidente de la CANACO en León, la idea es ayudar a las Mipymes a que integren computadoras, que ofrezcan pago con tarjeta de crédito. Que se modernicen.

Respecto a la industria farmacéutica, ¿cómo la visualiza?
Es un tema muy complicado, sin duda la aparición de los genéricos y los similares fue algo que cambió el rumbo; yo no entro a ese juego de patentes y genéricos, vendo lo primero que la gente recurre: aspirina, sedalmerck, buscapina, medicamentos comerciales y productos de higiene y belleza para un mercado de nivel medio y bajo. La mayoría de laboratorios están en declive, los almacenes drogueros están abajo, entraron mucho laboratorios más baratos y al final el mercado recurre a ellos por el bajo poder adquisitivo que tenemos ahora.

¿Hay alguna similitud de correr un maratón con dirigir una empresa?
Me encantan el atletismo y desde niño me gustó hacer deporte, fui campeón de squash, cinta negra y ahora corro a diario. La similitud sí existe: en ambos se requiere de un trabajo diario, pasión, no rendirte en cada kilómetro, poner físico, luego mente y al cierre corazón. Cuando se llega a la meta la satisfacción es muy grande. En la vida es una carrera diaria por ser mejor.

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