Traducido al castellano como ‘cotrabajo’ este concepto engloba un conjunto de trabajadores de diferentes sectores: autónomos, empresarios, así como una larga lista de profesiones que comparten el mismo espacio físico para trabajar en sus propios proyectos. Informa europapress y valenciaplaza.
Una mesa, un ordenador y una buena conexión a Internet son suficientes para poder llevar a cabo el trabajo. Pero el ‘coworking’ intenta ir más allá de satisfacer una necesidad de mercado; están pensados para el modelo de negocio del siglo XXI.
La particularidad que encierra esta nueva alternativa empresarial, reside en la figura del gestor; la persona encargada de organizar la oficina donde se llevan a cabo las tareas. De ellos va a depender que el ambiente de trabajo sea distendido, capaz de conectar y crear oportunidades laborales y personales entre los miembros.
La idea de crear un atmósfera colaborativa, en la que los miembros se retroalimentan con las experiencias de cada uno y comparten más que un entorno laboral desapareció al cabo de un año. No obstante, el proyecto se desarrolló en otros lugares.
Según las estadísticas de este magazine, en 2012 la Unión Europea contaba con 729 espacios de ‘coworking’ y EE.UU con 684. España y Australia eran los países que más lugares per cápita tenía. No obstante, el estudio se basa en la cantidad, no en la dimensión de los lugares.
Entre las principales ventajas que presenta esta tendencia, se encuentra el factor económico. Un espacio ‘coworking’ permite afrontar el coste de un alquiler, pero de forma mucho más barata.
Según el portal ‘freelance’ de Infojobs, los gastos derivados del alquiler, Internet, suministro de agua y luz, etc.. pueden oscilar entre los 40 y 200 euros.
La productividad es otro factor a tener en cuenta. Si se trabaja desde casa, probablemente cueste más separar la vida laboral y personal. En cambio, disponer de tu propio espacio para llevar a cabo estas tareas permite crear una atmósfera perfecta en la que trabajar.
No obstante, hay una serie de desventajas a tener en cuenta. Uno de ellos es la falta de intimidad que origina compartir el ambiente de trabajo. Hay que ser conscientes de que es un espacio compartido y quizás se puede tener la sensación de agobio.
Hay que saber marcar los límites y de igual forma, ser respetuoso con el resto de compañeros. Una persona que no esté muy acostumbrada al ruido también puede llegar a distraerse de sus tareas.
En definitiva, ‘el coworking’ trata de crear una comunidad que ayude a erradicar el miedo a compartir ideas, fomente la cooperación y que sirva a los profesionales para intercambiar opiniones e ideas.