El presidente cubano Raúl Castro dijo haber quedado “impresionado por la sabiduría y modestia” del Papa, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, tras haberse reunido con Francisco.
Castro mencionó que leía todos los discursos del Papa y sorpresivamente agregó que “si el Papa sigue hablando así les aseguro que yo terminaré rezando nuevamente y volveré a la Iglesia católica y no lo digo de broma”.
Horas antes de estas declaraciones, Francisco y el mandatario cubano sostuvieron un encuentro privado, de unos 55 minutos, en el estudio papal del aula Pablo VI, al término del cual se despidieron con un cordial un apretón de manos que, como comentaron muchos vaticanistas, anticipó el que se darán en septiembre próximo, cuando el Papa visitará la Habana, en la única escala de su visita a Estados Unidos.
Ya fuera del aula Pablo VI, Raúl Castro expresó estar muy contento y que había agradecido al Papa todo lo que había hecho para favorecer el acercamiento entre Cuba y EU, mientras que Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, hizo saber en un comunicado que el madantario caribeño “presentó al Papa los sentimientos del pueblo cubano en espera y preparación de su próxima visita a la isla”.
En la conferencia de prensa, Castro bromeó diciendo que “incluso yo soy un jesuita en cierto sentido”, en referencia a la educación que recibió de esta congregación, a la que pertenece Francisco. “Cuando el Papa llegue a Cuba en septiembre, prometí ir a todas sus misas y estaré encantado de hacerlo”, precisó.
Castro hizo escala en El Vaticano de regreso de su viaje a Moscú. Aunque es inusual que el Papa conceda audiencias los domingos, hizo una excepción para el mandatario cubano, que había expresado su deseo de pasar a agradecer al Papa por su mediación con EU.
En la rueda de prensa con Renzi, el presidente habló de uno de los motivos de las tensiones entre su país y Estados Unidos: “Cuba nunca debió ser incluida en la lista de los países terroristas”, apuntó, para después anunciar que “quizá el 28 mayo el Senado estadounidense nos hará salir de esta famosa lista”.
Respondiendo a la acusación de que su país “no respeta los derechos humanos”, Raúl Castro se preguntó irónicamente, “pero ¿quién los respeta en el mundo?”. No obstante, reconoció que el gobierno de la Habana había “cometido errores”, pero que “los derechos humanos no deben ser instrumentalizados por la mala política”, ya que en Cuba “la salud y la instrucción son derechos de todos” los ciudadanos.
Raúl Castro no es el primer mandatario cubano que visita a un Papa. En 1996, Fidel Castro se encotró con Juan Pablo II cuando estuvo en Roma con motivo de la Cumbre mundial de la Alimentación que tuvo lugar en la sede romana de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Concluido el encuentro privado con el Papa, Castro —quien llegó con una delegación de unas diez personas de entre las cuales sobresalían el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrizas Ruiz, el canciller Bruno Rodríguez y el embajador ante la Santa Sede, Rodney Alejandro López Clemente—, le regaló una medalla conmemorativa de los 200 años de la catedral de la Habana.
“De estas medallas existen sólo 25, y una es ésta”, externó al Pontífice al obsequiarle también un cuadro del artista cubano Kacho, quien para su realización dijo haberse inspirado en el viaje que hizo el Papa a la isla de Lampedusa en julio del 2013. En la tela se ve a un hombre orar ante una cruz hecha con barcas como las usadas por los inmigrantes.
Por su parte, el Papa regaló a Castro un medallón de San Martín y una copia de su exhortación apostólica Evangelii gaudium. Al despedirse, el Papa pidió a Raúl; “Rece por mí”. Raúl asintió, dio la vuelta hacia el Papa y respondió: “Y usted rece por mí”. “Lo hago”, remató Francisco.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *