Diecisiete oficiales de seguridad, incluidos cinco generales, acusados en el intento de golpe de estado al presidente Pierre Nkurunziza se presentaron el sábado ante un fiscal que les imputó cargos de intentar desestabilizar las instituciones públicas de Burundi, señalaron los abogados de algunos de los sospechosos.
Los presuntos golpistas son tres generales del ejército y dos generales de la policía, dijo el vocero presidencial Gervais Abayeho. Entre los demás se encuentran cuatro oficiales de menor rango y ocho soldados. El supuesto líder del complot, el general de división Godefroid Niyombare, sigue prófugo.
El intento de golpe se dio en medio de la agitación en Burundi por el intento de Nkurunziza de ser reelegido para un tercer mandato. Luego de semanas de protestas callejeras contra las intenciones del presidente de continuar en el poder, Niyombare anunció el golpe el miércoles. Nkurunziza estaba en Tanzania en una cumbre regional para analizar la crisis en Burundi cuando estalló el intento de golpe, pero los soldados que permanecieron leales a la presidencia detuvieron la rebelión.
Los abogados de los detenidos señalaron que las autoridades los torturaron mientras estaban bajo custodia.
“Han sido golpeados, amarrados y no tienen zapatos ni camisas”, comentó Miburo Anatole, funcionario del Colegio de Abogados de Bujumbura. Anatole dijo representar al general de división Cyrille Ndayirukiye, un exministro de defensa, así como a dos jefes de policía.
Otro de los abogados, Cyriaque Nibitegeka, dijo que su representado, un oficial del ejército, fue obligado a confesar a punta de pistola y no le han dado alimentos desde que fue arrestado.
Señaló que los 17 hombres serán juzgados en una corte civil, y que los cargos que enfrentan conllevan una sentencia máxima de 15 años en prisión.
Nkurunziza ha vuelto al país, aunque no se le ha visto en público, informaron las autoridades el viernes.
Pese al fallido intento de golpe contra el mandatario, unos 30 manifestantes señalaron el sábado que mantendrán sus protestas oponiéndose a un tercer periodo presidencial, que señalan viola la disposición constitucional de dos mandatos como máximo.
Los manifestantes desafiaron la prohibición de Nkurunziza a las protestas públicas y aseguraron que seguirán tomando las calles para presionar al presidente a que abandone sus intentos de postularse a la reelección en junio.
“Seguiremos con las protestas porque nuestro objetivo es evitar un tercer mandato del presidente. Se nota que intentan detenernos, pero no nos van a amedrentar y no cederemos en las protestas. Seguiremos luchando para que se respete la constitución”, comentó Jean Paul Ndayuragije.
Líderes de oposición y miembros de los medios de comunicación privados dijeron temer que el gobierno los acuse de formar parte del plan para derrocar a Nkurunziza.

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