Cientos de personas, incluidas diversas personalidades, se congregaron el sábado en una ciudad al suroeste de Santiago para despedir a Valentina Maureira, la niña de 14 años recién fallecida que se hizo mundialmente famosa por solicitar la eutanasia a la presidenta Michelle Bachelet.
“Solicito hablar urgente con la presidenta porque estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella puede autorizarme una inyección para quedarme dormida para siempre”, afirma Maureira en el video que subió al cibersitio YouTube y cuyas palabras, pronunciadas al verse fatigada de luchar contra la fibrosis quística, dieron la vuelta al mundo en febrero.
Su solicitud fue rechazada porque la eutanasia no se permite en Chile. Y posteriormente ella cambió de parecer después de conocer a gente que respondió a su video.
Apenas tres meses después de su solicitud Valentina falleció el jueves de complicaciones pulmonares derivadas de la enfermedad incurable que ya se había llevado la vida de su hermano Michael, de 6 años. La fibrosis quística afecta a múltiples órganos, especialmente a los pulmones, y genera infecciones periódicas que deterioran los tejidos.
A su funeral en la ciudad de Melipilla, a casi 90 kilómetros de Santiago, acudieron decenas de amigos y familiares, pero también personalidades famosas de la vida chilena como varios deportistas y cantantes. El seleccionador de fútbol nacional, Jorge Sampaoli, la maratonista Erica Oliveira y el cantante Américo, así como autoridades locales, participaron en el cortejo fúnebre.
Además los padres de la adolescente contrajeron matrimonio durante la ceremonia, tal y cómo la niña solicitó antes de morir.
“Despedida alegre, matrimonio, que fue la primera tarea que me dio Valentina, así que nos casamos en la misma despedida de ella”, declaró a la prensa con gran entereza su padre Fredy Maureira al finalizar el funeral. Dijo que ahora va a salir con su esposa, “que llevamos 24 años en esta batalla, ya se me fue Michael, ahora Valentina, pero tenemos tareas pendientes y las vamos a hacer cumplir, la presidenta sabe y le dijo Valentina (.) y espero que se cumplan”.
Luego de que la niña colocó su video en YouTube, Bachelet acudió a visitarla sorpresivamente al hospital, y después lo hizo tres veces más, incluso una poco antes de que muriera, según declaró Fredy Maureira un día antes a la prensa local.
La mandataria se comprometió con la niña en varias tareas, como la creación de un hospital infantil digno para el tratamiento de enfermedades raras o casas de acogida para los familiares de los niños que las sufren, puesto que sus padres no tenían dónde hospedarse mientras la cuidaban. Valentina solicitó también que se lleve a cabo una maratón de donación de órganos y generar conciencia de la enfermedad o escribir un libro con su historia.
Fredy Maureira afirmó que no había llorado porque ahora tiene dos ángeles que lo cuidan, sus dos hijos fallecidos por fibrosis quística, y las pilas doblemente cargadas para luchar contra las enfermedades raras.
El alcalde de Melipilla decretó dos días de duelo en la ciudad en recuerdo de la niña —a la que se conmemoró en la ceremonia con globos de colores rojos, osos de peluche y bailes típicos_, que con su fuerza y su particular iniciativa abrió de nuevo el debate de la eutanasia en Chile.

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