Con la imagen maltrecha, su estadio más emblemático clausurado y mientras la Conmebol contempla sanciones, el fútbol y la sociedad argentina se miran al espejo tras las inéditas agresiones a jugadores de River Plate en el superclásico ante Boca Jrs.
El organismo rector del fútbol sudamericano abrió ayer un expediente disciplinario contra Boca por los incidentes de violencia contra River en La Bombonera en partido por los Octavos de final de la Libertadores.
La Conmebol podría dar por terminado el encuentro, que iba 0-0, y otorgar a River la victoria y el boleto a Cuartos de final.
La Bombonera, uno de los símbolos del fútbol argentino, quedó clausurada como escena de un delito mientras las autoridades investigan las agresiones que dieron la vuelta al mundo.
Cuatro jugadores de River (Ramiro Funes Mori, Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter y Gonzalo Martínez) fueron rociados con un líquido irritante adentro del túnel inflable cuando entraban al campo de juego para el segundo tiempo, y luego los planteles quedaron varados dos horas en la cancha mientras eran amedrentados por una turba descontrolada en las gradas.
Es uno de los mayores escándalos en la historia del clásico Boca-River, el duelo más importante del fútbol latinoamericano. El incidente cobró mayor relieve por ocurrir en el torneo de clubes más importante de América.
Las redes sociales estallaron con mensajes expresando repudio a los incidentes, con el hashtag #SuperVergüenza como el más popular en el país.
“Es un bochorno, hasta (DT de Boca) Rodolfo Arruabarrena aplaudía los cantos de la gente contra nosotros”, declaró Norberto Álvarez, dirigente del River.
Según se pudo ver en imágenes de televisión, una persona rasgó el túnel inflable y se cree que roció el líquido sobre los jugadores.
Algunos jugadores de Boca, entre ellos el arquero Agustín Orión, saludaron a los revoltosos al irse a los camerinos.
Este era el tercer superclásico argentino en dos semanas. También se enfrentaron el 3 de mayo por la liga argentina, un encuentro que terminó 1-0 a favor de los “Xeneizes”, y River ganó la semana pasada 1-0 en el duelo de ida por la Libertadores.
‘Se les pasó la mano’
Darío Benedetto se declara “hincha” de Boca Juniors, pero la agresión a River Plate ayer jueves en La Bombonera le parece vergonzosa.
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“No me gusta hablar mucho, pero lo que pasó ayer del gas pimienta, me parece una vergüenza”, reclama el delantero del América.
“Esta vez se les pasó la mano”, añade.
“Pipa” lamenta que en el balompié argentino existan brotes de violencia, “porque lo más bonito son las hinchadas y en los estadios sólo está la local”.
Benedetto confía que “se calmen las cosas” en su país natal.