Robert Ellsworth, multimillonario coleccionista de arte y cliente de toda la vida en el restaurante Donohue’s; dejó una generosa “propina” para dos meseras de su restaurante favorito en Nueva York.
Meses después de la muerte de Robert, Maureen Donohue-Peters, quien lleva adelante el establecimiento, recibió una llamada del abogado de este coleccionista de arte anunciándole que le había dejado “algo” de su herencia.
“Bobby” como lo llamaban sus amigos, había dejado en herencia 100,000 dólares a las empleadas del restaurante Donohue’s.
“No me lo esperaba” dijo Maureen, quien cederá la mitad de la cantidad a su sobrina, según la voluntad del Sr. Ellsworth.
El legado es el agradecimiento final de este conocido coleccionista y vendedor de arte asiático para la familia Donohue−Peters, ya que Ellsworth era amigo del padre de Maureen.
“Lo conocí toda mi vida, 53 años. Fue cliente aquí durante 54, 58 años. Siempre estaba sonriente. Pedía siempre la misma comida y la misma bebida: sandwich de queso fundido al mediodía y filete por la noche. Le gustaba tomar un bourbon. Estaba en la ciudad cuatro días por semana y lo tenía aquí siete de ocho comidas”, explica Maureen
‘Bobby’, como lo llamaban sus amigos, era un autodidacta que no terminó la escuela secundaria, afirma su obituario publicado en el The New York Times el 7 de agosto.
Deja “propina” de 100,000 dólares a meseras
El multimillonario Robert Ellsworth dejó en herencia 100,000 dólares a las meseras de su restaurante favorito.