Llena Michael Nyman Calzada de las Artes

Michael Nyman y su banda regalaron a los leoneses una velada única en la Calzada de las Artes del Forum Cultural Guanajuato.
Ni el clima, que acechaba con algunas nubes grises, inmutó al público para disfrutar su presentación. Desde antes de las seis de la tarde fueron llegando para apartar un buen lugar y disfrutar del show que iniciaría 8:30.
Poco a poco el foro se fue llenando, incluso se colocaron sillas en parte de la explanada del Museo de Arte e Historia.
Llegó la hora y apareció en el escenario la Michael Nyman Band, que lleva el nombre del compositor de óperas, ballets, soundtracks y cuartetos de cuerda, unos instantes después su pulcra figura se les unió.
El maestro hizo sonar el piano, mientras le acompañaban los violines, el violonchelo, clarinete, flautas, trompetas, saxofones, trombón… Todos crearon una atmósfera en el que a la que la mayoría del público se le ‘enchinó’ la piel, y se olvidó de su realidad para adentrarse en algún filme o simplemente en un recuerdo personal.
Esta banda creada en 1976, concebida y dirigida por el maestro Michael, presentó su programa barroco, que contempló piezas reconocidas de su autoría, así como algunas de las más destacadas bandas sonoras compuestas para filmes del cineasta Peter Greenaway.
Con una ejecución impecable el programa barroco contuvo piezas de bandas sonoras de filmes como “El cocinero, el ladrón la esposa y su amante”, “El contrato del dibujante”, “Una zeta y dos ceros” y el “Libro de Próspero”; además de revisitaciones a Claudio Monteverdi y “Memorial”.
“Chasing sheep is best left to shepherds”, fue una de las que arrancó los movimientos involuntarios, o bien conscientes, de los asistentes que de un momento a otro pasaron del drama a la tristeza y alegría.
Pasadas las 10 de la noche el concierto llegó a su fin y la banda salió del escenario, pero segundos después regresaron para agradecer la ovación de pie que no cesaba, y pedía más de los británicos. Los músicos salieron, y Michael Nyman regresó a su piano para tocar una breve melodía que culminó la velada.
El espectáculo que duró cerca de dos horas, con un intermedio, formó parte del intercambio cultural entre México y Reino Unido, con el apoyo de The British Council y The Anglo Mexican Foundation.