Una cuadrilla de jóvenes trabajadores restauran el Arco de la Calzada a más de 11 metros de altura, donde desafian los fuertes vientos sujetado apenas con lazos a la cintura.
Ellos reparan lo que vendría siendo la azotea, la parte alta. Levantan el piso e impermeabilizan para evitar que salga más hierba, se filtre agua  y deteriore la estructura.
También efectúan la limpieza de las canteras y del emblemático León, bajo la supervisión de personal de la Dirección de Obra Pública y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Se trata de un trabajo de altura y alto riesgo. Primero hay que subir por una reducida escalinata de hierro incrustada en el muro del arco.
Es como subir un túnel. Un resbalon podría ser fatal.
En el Archivo Histórico de León se informa que las medidas oficiales de arco son:
“13 varas y 17 pulgadas (cada vara equivale a 83.59 centímetros y una pulgada 2. 54 centímetros, lo que daría 11.32 metros); el ancho del muro es de 6 varas y 22 pulgadas (5 57 metros); el grueso del muro es de 2 varas y 25 pulgadas (2.4 metros); y el saliente del intercolumnio es de 1 vara y 11 pulgadas (1.10 metros)¸luz del arco, 7 varas y 22 pulgadas (6.41 metros)”.
Los encargados de la obra señalaron que se trata de una restauración a fondo de la parte superior del Arco donde ya había filtraciones y cuarteaduras, por lo que la hierba crecía con rapidez.
Todo ello ponía en riesgo a uno de los emblemas más entrañables de la ciudad.
Con estos trabajos, que durarán por lo menos unas cuatro semanas -porque hay que hacer todo con mucho cuidado, incluso se batalla hasta para subir el material por la reducida escalera- el Arco recobrará todo su esplendor.
De acuerdo a información del Archivo Histórico que dirige el cronista de la ciudad, Carlos Arturo Navarro Valtierra, el Arco comenzó a construirse a la entrada de la ciudad en lo que ahora es la calle Madero, pero que en 1821 se llamaba calle de “El Sol Divino”, luego Real de Guanajuato.
Señalan los historiadores que por lo que ahora es la Calzada atravesaba el Río de Señora, actualmente conocido como río de los Gómez.
En la época del gobierno del Jefe Político  Julián de Obregón, se construyó la Calzada, pero con la intención de cobrar peaje a los carruajes que pasaban por ahí, como una caseta de cuota.
“Para el año de 1893 con el fin de celebrar las Fiestas Patrias se comisionó al arquitecto Pedro Tejada construir un Arco triunfal de madera, cartón y yeso, y otros materiales de duración pasajera”, señala en su libro 500 años de historia el profesor Jesús Ojeda Sánchez.
Ese primer arco de madera fue el esbozo del actual, que se acabó de construir en junio de 1896, y fue llamado “El Arco Aldama”, luego “Arco de la Paz” y finalmente sólo Arco de la Calzada.
Un señor de nombre David Gutiérrez de Velasco fue el que planteó que se grabaran frente al arco “ideas sobre el árbol”.
El arco fue coronado en 1945 con un león de cantera que donó el empresario Francisco Lozornio y que luego sería sustituido en 1957 por el actual de bronce, que es obra del maestro taurino Humberto Peraza, con el apoyo del torero leonés Antonio Velázquez, luego de considerar que el anterior era indigno de una ciudad como León.

Pero olvidan puerta y puente del Milenio

Sucio, descuidado y con poca vigilancia se encuentran el puente y la puerta del Milenio, que se localiza en el Bulevar Aeropuerto, a la entrada de León.
Todo ello a pesar de que en el mismo lugar se ubica una comandancia de Tránsito Municipal y la delegación de la Policía Federal Preventiva.
Vecinos de la colonia San José el Alto, así como estudiantes de la Universidad Tecnológica de León, demandan una mayor atención.
“Hay mucha basura. Ya por la tarde o en la noche es peligroso utilizar el puente. Se han dado caso de asaltos a estudiantes, pese a que a no más de 100 metros está una comandancia de policía, pero hay poca vigilancia”, señaló el joven estudiante Isaías Martínez.
Al pie de las escaleras se veía ayer un contenedor con basura que nadie se preocupa en recoger. Los muros del puente están graffiteados y vandalizados.
“Eso es una muestra de la poca atención que se da a este puente que es un referencia a la entrada de la ciudad. De hecho es un emblema de la ciudad, pero está descuidado. Muchas de las lámparas de iluminación están inservibles”, dice Evaristo Rojas, de San José El Alto.
El puente se localiza en la carretera León-Silao. Cuenta con 63 escalones.
A un lado, también en el olvido, se encuentra la Puerta del Milenio, con 222 escalones y una torre de 45 metros de altura.
Se trata de una obra que puso en marcha el presidente municipal Jorge Carlos Obregón Serrano, para conmemorar la llegada del nuevo milenio, en el año 2000.
El proyecto contemplaba una zona turística, con museos, que fuera un atractivo para los turistas que llegaron a León.
Pero llegaron otras administraciones municipales y dejaron el proyecto en el baúl de los recuerdos. Hoy está olvidado.

Y también la bandera

Los fuertes vientos del pasado sábado ocasionaron que la monumental bandera que se localiza en el distribuidor vial Juan Pablo II se enredara en el asta, y hasta ayer martes ninguna autoridad había resuelto el problema.
“Ya lo reportamos al 066 pero hasta el momento no ha sido posible que la desenreden. Está igual y nadie se preocupa por ello”, dice Aarón Hernández, comerciante de Cerrito de Jerez.
La bandera monumental fue inaugurada el 16 de mayo del 2013 por el presidente Enrique Peña Nieto, para que fuera uno de los símbolos de la ciudad.
Mide 35 metros de largo por 25 metros de ancho y pesa 250 kilos, el asta mide 70 metros y fue izada por el mismo Presidente.
La bandera, que ya sufrido daños en ocasiones anteriores,  está ubicada a un costado del distribuidor vial, por el bulevar Torres Landa.
Luego de que la situación fuera denunciada en las redes sociales, ayer por la tarde finalmente un equipo con una enorme grúa retiró la bandera.

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