Ana Brenda Torres, atleta irapuatense, está perdiendo lo más preciado que es la vista pero no las ganas de vivir, así lo demostró ganando dos medallas de oro y plata en la apertura de la natación para Ciegos y Débiles Visuales de la Paralimpiada Nacional 2015.Así Guanajuato se adjudicó las primeras preseas y fue por conducto de Aura Brenda Torres Sánchez y Jukari Donaji López Vázquez,  quienes en conjunto abrieron la jornada en la alberca del Parque Querétaro 2000 con cuatro preseas: 2 oros y tres platas.
La Ana Brenda Torres se adjudicó primero la plata en  los 100 metros pecho y posteriormente el oro en los 100 dorso con tiempo de 1:22:63, su segundo oro fue en los 200 metros combinados.
A la par, Jukari Donaji  López Vázquez, se quedó con dos medallas de plata en las pruebas de 100 pecho y 100 dorso.
Un Glaucoma afecta a Aura Brenda…
La Irapuatense, Aura Brenda Torres Sánchez, llegó a Querétaro para subirse a lo más alto del pódium.
A sus 19 años asiste a su primera Paralimpiada e impuso sus condiciones en la alberca del Parque Querétaro 2000 para colgarse sus dos primeros metales: oro y plata en 100 dorso y 100 pecho respectivamente.
Un glaucoma le afecta el ojo derecho y va perdiendo la visibilidad del mismo, nos comenta que en la mayoría de los casos  el glaucoma se pasa al otro ojo y  lo más probable es que pierda el total de la vista. Sin embargo Aura Brenda lleva a cabo su vida normal, se quiere sentir útil y se desenvuelve en su entorno como una persona convencional disfrutando de todo lo que la vida le da “yo me estoy quedando sin vista, siempre dicen que por algo pasan las cosas y pero si ahorita puedo estar en una paralimpiada no lo veo como algo malo, sino como algo bueno”, asentó en tono optimista la deportista orgullosamente fresera.
Su optimismo la caracteriza y con las porras de su mamá desde las tribunas, Aura nadó y salió a adueñarse del pódium en las pruebas que enfrentó.
“Mi mamá siempre me ha dicho que tener glaucoma o perder la vista no me hace una inútil, me han hecho una persona independiente como a cualquier persona normal y eso me ayuda y me hace estar bien”, reveló.
Su enfermedad no le permite estar muchas horas entrenando e incluso en la escuela normal, pero estudia la preparatoria abierta para tener la posibilidad de asistir con mayor frecuencia y de la misma forma ponerse al cien en sus entrenamientos.
“Pierdo muchos días en mis idas al oftalmólogo, pero estoy dedicada a esto porque me gusta y aunque apenas empecé a prepararme en el mes de noviembre, cuando fui a mi primer nacional, me he metido fuertemente al trabajo para lograr los resultados”.
Aunque en un principio su mamá la metió a la práctica de la danza, la irapuatense, se convenció de que la natación es lo que le gusta y mientras pueda hacerlo, disfrutará de esta actividad acuática así como de sus logros nacionales que le llegan a sus 19 años de edad.

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