Debido a la falta de conocimiento o por influyentismo, destrozan importantes edificaciones antiguas en este municipio, sin intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Fernando Tejeda, presidente de la Organización Especial de Investigación (OEI) señaló que  tiene conocimiento de cómo se han destruido o remodelado edificios antiguos, situación que considera bastante grave por haber sido construidos a principios del siglo XIX y XX respectivamente.
“Por su antigüedad, por arte y por su trascendencia histórica, son obras arquitectónicas que por ley están protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)” sostuvo.
Sin embargo dijo, “nos enfrentamos a varios factores, el primero el desconocimiento del valor que tienen y de las leyes que los rigen, así como la influencia de las personas propietarias que por su potencial económico, sus objetivos son meramente empresariales.
“Algunos aun conociendo esto, no les importa, no respetan y el resultado es claro, la pérdida irreparable de estas construcciones que forman parte íntegra de la historia”.
Por mencionar algunos dijo, está el cine Diana, donde hoy luce una gran farmacia y del ícono que era la antigua finca no quedó nada.
Recalcó que las autoridades deberían tener más cuidado,  a través de sus departamentos o direcciones de Obras Públicas que son las que extienden permisos de construcción y demolición.
Dijo que antes de otorgarlos, deben  hacer un análisis adecuado, enviar notificación al INAH y que sean ellos quienes envíen peritos para proteger las partes de mayor importancia histórica.
Señaló que el INAH en algunos casos ha actuado con prontitud, sin embargo los dueños recurren a los amparos.

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