Este trastorno de la personalidad afecta los hombres de forma más frecuente que a las mujeres. Esto ha sido documentado en todas las culturas del mundo. Si quieres un tema de conversación para tu próxima fiesta aquí esta: las personas nativa de Alaska llaman ‘kulangeta’ a los psicópatas.

El cerebro de un psicópata es distinto al tuyo o al mío (a menos que seas un psicópata). Tiene el área de la corteza prefrontal cerebral más pequeña, esta zona regula el comportamiento, control de impulsos y planeación. También su amígdala es distinta, la función de esta área involucra emociones negativas como el miedo, la tristeza y la culpa.

De manera superficial no se puede distinguir si alguien es un psicópata, por lo que hay que conocerlos. No necesariamente se trata de asesinos, pueden estar en cualquier ámbito, como siendo criminales corporativos, líderes de un culto o dictadores.

Aquí hay tres características para reconocerlos.

Dominancia audaz: libertad absoluta de miedo, ansiedad o culpa. El psicópata hace lo que quiere sin una consciencia, sin pensar en las consecuencias sociales, las figuras de autoridad o preocupación por el bienestar de los otros. Conocen las regla sociales, simplemente no les interesan. No sienten empatía por el sufrimiento causado a los otros, entienden dicha emoción de forma intelectual, la estudian para saber como actuar y que decir para obtener lo que quieren.

Impulsividad egocéntrica: Hacen lo que quieren, cuando quieren. Necesitan de mucha estimulación o se aburren. No sienten necesidad de cumplir con ningún compromiso pactado y son completamente impulsivos. Renuncian a su trabajo, dejan a su pareja o se salen de la escuela. ¿Por qué? Porque es lo que quieren hacer. La impulsividad también conlleva a varios riesgos, como sufrir accidentes, el suicidio o ser asesinado por alguien más.

Excitación autonómica baja: Esto quiere decir que su fisiología es distinta que el del resto de las personas. Su ritmo cardiaco en reposo es más bajo, al igual que la conducta de la piel y las alteraciones de cada latido de su corazón también difieren de los demás. Por lo que logran mantenerse calmados, cuando los otros reaccionarían.

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