Bien dice el compositor chiapaneco Raúl Ornelas “…Con cupido nunca sabes te atraviesa el corazón sin preguntarte…”.
Así fue como hace algunos ayeres, Astrid y Ricardo fueron flechados por cupido y desde entonces el firme deseo de querer envejecer amándose forma parte de sus vidas.
Por ello, felices, nerviosos y más enamorados que nunca, la pareja llegó hasta el altar del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe a intercambiar sus votos de amor eterno.
En este importante día, Astrid y Ricardo contaron con la presencia de sus seres queridos, quienes los colmaron de buenos deseos y bendiciones.
La feliz pareja también compartió este gran momento con sus tres hijos, quienes aún sin tenerlo en sus brazos se convirtieron en el mayor motor que los impulsa cada día a ser mejores pesonas y así educarlos a través del ejemplo.
Frente a frente, los enamorados intercambiaron la promesa de un amor sin final, compromiso que sellaron con un beso.
Con la bendición de Dios, los ahora esposos disfrutaron de una elegante recepción a la que  asistieron sus seres queridos.

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