Los beneficios y prestaciones salariales que los últimos cuatro gobernadores de Oaxaca concedieron a los integrantes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) provocaron un déficit al erario estatal de siete mil 400 millones de pesos.
El diagnóstico para la Estrategia de Estabilización Integral del Sistema Educativo Oaxaqueño, que se elaboró para decretar esta semana la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, indica que las prerrogativas que recibieron los disidentes a lo largo de 23 años representaron “una fuerte carga financiera”.
El diagnóstico señala que los gobernadores Diódoro Carrasco Altamirano, José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué terminaron por concederles, por ejemplo, 120 días de pagos adicionales: 70 como retribución por el Día del Maestro, el inicio de clases y otros estímulos, así como 50 días más como pago de aguinaldo por parte del gobierno federal.
Durante la actual administración de Gabino Cué los beneficios llegaron a ser incluso en especie, como la donación en 2013 del inmueble conocido como Casa Oaxaca, que se ubica en el Distrito Federal. Además, se realizó la distribución anual de electrodomésticos y computadoras a los trabajadores.
El documento también menciona que las concesiones otorgadas por los cuatro gobernadores al magisterio oaxaqueño atendieron demandas político-sociales y laborales, “sin que se advirtiera el impacto económico para la entidad”.
En parte, se argumenta, porque la Sección 22 del magisterio constituye “la expresión más numerosa, organizada y combativa de la CNTE”, a diferencia de otras secciones.
Además, en lo laboral, el que las autoridades cedieran el control del IEEPO a la Coordinadora permitió el crecimiento de la nómina magisterial en 46.5%, al pasar de 57 mil 170 a 83 mil 732 trabajadores.