El obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plasencia aseguró que hace falta presionar a las autoridades para que concluyan las obras, como es el caso del Distribuidor Vial de Bulevar y 2 de Abril que lleva casi cuatro años en construcción y donde los reclamos de la ciudadanía deben ser escuchados.
Por más de ocho veces, el ya conocido por los celayenses como “puente eterno” fue pospuesto en su fecha de conclusión por diversos motivos como la falta de recursos, robos, entre otras cosas.
Esta obra comenzó desde noviembre del 2011 en la administración municipal de la ex alcaldesa Rubí Laura López Silva y a pocas semanas de terminar la gestión del alcalde Ismael Pérez Ordaz, aún no concluye; la última fecha que dio el delegado de la SCT, Leoncio Pineda Godos fue para el 31 de este mes, fecha que nuevamente pospuso para el 15 de agosto próximo.
Sobre el tema, el Obispo argumentó que el proceso de construcción ha sido demasiado largo y eso afecta a toda la ciudadanía, “baja la moral, hace ver mal a las autoridades, el pueblo no se siente satisfecho, no se siente tomado en cuenta”, dijo.
“Un puente que dura cuatro años afea a la ciudad y quita muchas posibilidades, ¿cuántos negocios cerrarían a causa de ese puente?, yo creo que sí es mucho daño, a ver si no sale otro pretexto”, cuestionó.
Por otro lado, señaló que la ciudadanía no puede hacer otra cosa más que manifestar sus reclamos, “ciertamente no vamos a parar el tráfico para que arreglen el puente, hay muchas protestas que no ayudan, que dañan mucho la comunidad”, expuso.
Abundó que este tipo de obras se deben asignar a empresas que tengan la capacidad, y que hace falta ejercer más presión, “como ha habido presión para que se termine el tren (Ferroférico) porque se comprometieron con las empresas, eso sí les duele”, finalizó.

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