La operación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) dependía de la transa.
Los usos y costumbres de la CNTE, que controlaba el instituto, llegaron a paralizar las actividades de ese inmueble para convertirlo prácticamente en un elefante blanco.
Testimonios de maestros que acudieron por años a ese órgano a realizar algún trámite recuerdan que la burocracia llegaba a tal grado que la emisión de un oficio, que en otras épocas se resolvía en un día, podía prolongarse hasta tres semanas.
“Tenía uno que llegar con los delegados, impuestos por la CNTE, con un regalillo en la mano, un queso, un mole, unos chapulines, o ropa regional para aligerar el trámite, pero lo más efectivo era dar dinero, eso abría puertas y resolvía favores”, indicó un profesor.
La frase que era empleada por los burócratas del IEEPO era: “Esto se arregla en una mesa de dos por dos”, haciendo alusión a la prebenda que debía dar el interesado.
La funcionalidad del edifico era burocrática. En enero pasado la dirección del IEEPO, encabezada por Moisés Robles, propuso la remodelación de los baños del primer piso del edificio principal.
Esos sanitarios eran famosos por su suciedad e inoperancia. Carecían de agua, de papel, de limpieza y eran fuente de pésimos olores.
Las propuestas pasaban por una asamblea con todos sus protocolos: quórum, secretario de actas, tema a tratar y exposición de motivos.
Los profesores determinaron que los baños eran históricos y así debían mantenerse. Que preferían que se diera ese dinero a delegados para que vieran que uso darle.
La movilidad de una mesa que se encontraba en la recepción también era tema de debate.
“Si alguien movía esa mesa, que históricamente estaba en una posición, podía ser acreedor a una sanción si así lo determinaba la asamblea, la movilidad de esa mesa llegaba a ser también parte de la orden del día”, dijo otro trabajador.
Mandos del viejo IEEPO recordaron que cualquier cambio era refutado por la Sección 22, y el argumento, que era también un amago, siempre fue el mismo: “Me quitas la fuente de trabajo”.
El siguiente paso era la protesta contra el funcionario que promovía esos cambios.
Hasta el secretario de organización de la Sección 22, Francisco Villalobos, reprochó a sus compañeros el nivel de conflicto. Tras perder el control del IEEPO, en la asamblea del jueves echó en cara a los mandos destituidos la complicación de todos los trámites.
“Las relaciones de compadrazgo y amiguismo se convirtieron en conflictos políticos y jurídicos”, dijo.
Los delegados buscaban que el aparato burocrático del instituto siempre les diera beneficios.
“Ellos mismos realizaban sus juntas para que les otorgarán bonos, regalos, siempre los maestros que acudíamos a las oficinas hacíamos un chiste irónico: nomás les falta la serenata”, indicó una maestra de primaria.
Las quejas no terminan ahí. “Los delegados entraban a las 8 de la mañana, pero tenían dos horas para almorzar, llegaban a su oficina a las 10, y dependía de su humor para atender a la gente, a los maestros, si no, uno ya se olvidaba del trámite”, narró un profesor de primaria de Etla.
Las oficinas centrales comparadas con un penal. Los testimonios las recuerdan lúgubres, frías, viejas, oscuras y sin ventilación.
Conforme ha crecido la burocracia, el espacio se ha saturado con escritorios y archiveros.
El inmueble, ahora resguardado por miembros de PF, también tiene una historia trágica. El 16 de junio de 2011, la corrupción al interior del IEEPO llevó al jefe del Departamento de Secundarias Generales, el profesor Efrén Montes López, a darse un tiro en la cabeza.
El maestro dejó un mensaje: “No se culpe a nadie de mi muerte, ya me cansé de ver tanta corrupción”.

Condiciona CNTE ‘Prospera’

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) acusó a la Sección 22 de la CNTE de condicionar la entrega del programa “Prospera” en el estado de Oaxaca.
La coordinadora del programa, Paula Hernández, explicó que beneficiarios debían acreditar que los niños acuden a la escuela a través de certificados de asistencia, los cuales registraban los maestros ante el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Hernández acusó que los maestros de la Sección 22 obligaban a las familias a asistir a marchas y manifestaciones, así como a pagar cuotas para apoyar al magisterio, para entregarles las acreditaciones de asistencia y así poder acceder al programa.
La Sedesol acordó exentar a las familias oaxaqueñas del requisito de acreditar asistencias a las escuelas.
La funcionaria afirmó que un estimado de 200 mil niños, de un total de 430 mil becados con el programa “Prospera”, habrían sido presionados por docentes.

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