En 1990 Teresa Alvarado de Gutiérrez y Juan Manuel Gutiérrez Camargo ingresaron al recinto sagrado de Dios con la firme intención de unir sus vida para siempre.
A 25 años de un compromiso sin final y de lograr formar una sólida familia, la pareja optó por regresar a la casa de Dios con el firme deseo de renovar la promesa de amarse hasta el final de sus días.
En este importante día, Juan Manuel y Teresa contaron con la presencia de su más grandes tesoro; sus hijos, Paola, José y Tania, quienes se mostraron felices de ver a sus padres renovar su amor.
Frente al altar, los hermanos Gutiérrez Alvarado agradecieron al Creador la fortuna de tener a unos padres ejemplares, quienes siempre los han impulsado a salir adelante y sobretodo a jamás darse por vencidos.
Luego de la ceremonia religiosa, la familia Gutiérrez Alvarado ofreció una especial fiesta a la que fueron invitados sus familiares y amigos.
Una tarde especial, llena de sorpresas y buenos deseos vivieron los señores Teresa y Juan Manuel en sus bodas de plata.
Un amor sin final
En 1990 Teresa Alvarado de Gutiérrez y Juan Manuel Gutiérrez Camargo ingresaron al recinto sagrado de Dios con la firme intención de unir sus vida par