El archivo histórico necesita que sea modernizado y actualizado, y esa será la tarea del nuevo cronista de la ciudad, Fernando Amate.
Amate señaló que cambiará su oficina a la Casa del Diezmo, por tanto dejará de existir la Casa del Cronista –ubicada en el Bulevar, a espaldas de la Casa de la Cultura- y ahora será “La Unidad de la Crónica Municipal”.
Dijo que aprovechando el cambio de instalaciones y la remodelación que se hizo en el inmueble, a la par se quiere modernizar el archivo histórico.
“Tenemos que modernizar todo lo que tenga que ver con el archivo, tenemos que hacer una labor de catalogación, descarga, preservación, microfilmación, digitalización. Es un trabajo que nos va a llevar mucho tiempo, pero que urge hacer, por ello es uno de los puntos que voy a tratar con el Alcalde, porque para eso se necesitan recursos”, dijo.
La promesa de dignificar el archivo histórico municipal, viene desde que Gerardo Hernández era presidente. En ese entonces se comprometieron a que se comenzaría a digitalizar toda la historia de Celaya.
Incluso en 2007 se destinaron 400 mil pesos para dignificar el Archivo, ubicarlo en un lugar digno, que se supone sería la Oficina del Cronista de la Ciudad, Herminio Martínez. Pero nunca se concretó el proyecto.
A le fecha y desde hace casi 40 años, los periódicos municipales y el Periódico Oficial de la Federación se guardan en un salón de la Casa de la Cultura.
Mientras la historia de Celaya queda entre un montón de libros acomodados en anaqueles de fierro que ya ni siquiera caben en el Archivo Histórico Municipal, además hace falta una digna Hemeroteca y una sala de consulta.
Lo que se conoce como Archivo Municipal, fue creado durante la administración municipal de Manuel Orozco Irigoyen (1977-1979). Su primer director fue el añorado don Enrique Jiménez Jaime, y empezó a funcionar en el edificio -primer piso- del palacio municipal.
Se guardaba la información de la presidencia, protocolos, copias de oficios de la alcaldía, así como los “partes” de policía, que sirvieron en un inicio como elementos de consulta para los interesados en la historia.
Lo grave es que no existe una acta de fundación de Celaya, tampoco información gubernamental de cómo llegó la Purísima Concepción a Celaya, ni constancia de cuándo se entregó a Celaya su título de ciudad.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *