En los últimos años, hemos visto la proliferación de las cámaras de acción, un mercado que comenzó con el lanzamiento de las populares GoPro y en el que en la actualidad contamos con diferentes modelos de distintos fabricantes, pudiendo optar por aquellas que se ajusten a nuestras especificaciones.
Los brasileños Bruno Gregory, Marcelo Do Rio y Márcio Saito, cofundadores de la star-up Graava, acaban de asumir una difícil tarea: competir en el mercado de las cámaras de acción estadounidense, dominado por la GoPro y competidores como Sony y Panasonic. Pero para competir, llevan una carta bajo la manga.
La cámara utiliza un algoritmo para crear pequeños clips a partir de todo el material ‘crudo’ filmado, lo que ahorra horas de trabajo de edición. La función no tiene precedentes y puede atraer a los consumidores que quieran crear cortometrajes para compartirlos en las redes sociales pero que no tienen los conocimientos técnicos.
La lógica detrás de la cámara es hacer marcas en el vídeo de acuerdo con los datos recogidos por los sensores incorporados en la cámara para luego seleccionar los mejores momentos.