Hoy se celebra el Día del Bombero, aquel personaje que los niños admiran y del que los más grandes reconocen la importancia de la labor que desempeñan, hoy es el día en el que se le rinde homenaje a su entrega y desempeño.
El ser bombero es una de la actividades, como el de otros rescatistas y socorristas, que lleva consigo el sacrificio de la vida propia, por salvaguardar la de aquellos que se encuentran en situación de riesgo, y más aun cuando se cuenta con las carencias que en la mayoría de los cuerpos de bomberos existen.
Sin embargo, la nobleza, la pasión y la entrega de quienes desempeñan esta labor es digna de admirarse cuando se considera que además…es voluntaria.
Diferencia entre la vida y la muerte
La formación de un bombero es indispensable, es lo que hará la diferencia entre salvar una vida o bien, perderla.
De manera que aun cuando se contó con el aprendizaje, la capacitación ha ido cambiando y se aplican nuevas metodologías para enseñar.
Durante la participación de Alejandro Cortés y de Carlos Esaú Martínez, en el Cuerpo de Bomberos, se formó la primera academia interna de bomberos en la ciudad de San Francisco del Rincón, como parte de lo que se observó en la ciudad de Salamanca, en donde ya se contaba con esta academia.
Las formas de aprender son distintas, con los 20 años en que fue bombero voluntario, Alejandro recuerda que: “El entrenamiento lo daban los de mayor grado, el equipo con que se contaba en ese momento era sólo para 9 personas, así es que nos compartíamos hasta las botas, que estaban en malas condiciones pero que en el momento nos servían, se fue mejorando con el tiempo.
“Bomberos de León nos ofreció una capacitación aquí, con el capitán Melchor, sobre conocimientos de incendios”.
Luego recuerda las capacitaciones fuera de la ciudad: “La primera salida fue a una Convención Internacional a Mexicali, de ahí nos llevaron a Yuma, en el extranjero; se hizo una capacitación también en el campo de prácticas de la refinería en Salamanca por parte de la Asociación.
“La enseñanza también se forjó con la constante participación en los incendios, había en ese tiempo muchos incendios en fábricas y talleres”.
Así lo recuerda también Carlos Esaú Martínez: “Anteriormente formarte como bombero implicaba recabar las firmas del encargado instructor, del encargado de aspirantes, del Comandante, del comisario supervisor y del encargado de guardia, quienes supervisaban que cumpliéramos con los requisitos y entonces te aceptaban con el grado de bombero”.
Estas formas han sido modificadas, “ahora los aspirantes se integran a la academia, que tiene una duración aproximada de 7 meses, se cumple con la capacitación, se aprueban los exámenes teóricos que son 3 y 4 exámenes de prácticas, además de la práctica final en la que con un simulacro se exponen los temas enseñados”, menciona Carlos Esaú.
En la actualidad, si bien la cantidad de incendios se han reducido en lo que se refiere a talleres y fábricas, a poco menos de la mitad de los que ocurrían hace 20 años, el sargento segundo, Carlos Esaú, menciona: “La función más importante de Bomberos es la prevención, fomentar la prevención en escuelas, fábricas y mediante cada capacitación en diferentes instancias y dependencias”.
Hoy, Alejandro Cortés, que fue bombero por 20 años y que terminó como capitán, ha formado una familia y tiene dos hijos; por su parte Carlos Esaú Martínez se unió a una bombero y tiene un hijo, en ambos casos compartieron sus experiencias en esta labor como Bomberos Voluntarios, hoy en que se felicita a los bomberos por su trabajo.

Amó ser bombero

Aun cuando desde hace alrededor de 3 años dejó de pertenecer al Cuerpo de Bomberos de la ciudad, Alejandro Cortés Infante sirvió a la población portando el uniforme de bombero por 20 años. Tiempo en el que vivió experiencias que le hicieron amar la actividad que desempeñaba y que lo mantuvo en la institución desde los 16 años de edad, y aun después de haber formado una familia.
“Yo formé parte de Bomberos desde agosto de 1993, comencé como parte de mi servicio social y en un lapso de 6 meses me convertí en bombero, dejé de ser aspirante. Mi comandante fue don Gonzalo Camarena García, así como don Luis Camarena, de ambos aprendí cosas importantes”, señaló Alejandro Cortés.

Matrimonio de bomberos

Con 16 años de bombero, y quien aún forma parte del personal voluntario de la misma, es Carlos Esaú Martínez Vallejo, quien inició su formación como aspirante en enero del 2000, también como parte del servicio social.
“En enero del 2015 cumplí 15 años como voluntario. Como bombero conocí a Ma. Elena Guerra, quien ahora es mi esposa, compartimos el gusto por servir y ser bomberos, ambos somos sargentos segundos, coordinadores e instructores en la Academia Interna de Bomberos de la ciudad”, comentó Carlos.

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