La distribución de mensajes de texto difamatorios o de imágenes o videos denigrantes, son una modalidad de acoso escolar cada vez más extendida.
Los especialistas le llaman ciber-bullying, porque se recurre al uso de los medios electrónicos, principalmente las redes sociales, para chantajear, acosar o humillar a una persona.
De acuerdo con la reciente Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia, 13 mil 190 jóvenes leoneses han sido víctimas del ciberbullying, también clasificado por las autoridades como ‘Difamación por Medios Electrónicos’.
El estudio realizado por el INEGI ubica a León como la séptima ciudad con más casos de ciberbullying.
El primer lugar lo ocupa la zona metropolitana de Guadalajara, con más de 66 mil casos, seguido de Monterrey, Querétaro, Ecatepec, Cuernavaca y Saltillo.
A pesar de ser ciudades con menos habitantes que León, Querétaro y Cuernavaca tienen más casos de ciberbullying, con 16 mil 316 y 15 mil 152 respectivamente.
Pero en contraste, en León el problema del acoso por medios electrónicos es más grave que Puebla y Juárez, que son ciudades con una población similar.
En comparación con Ciudad Neza y Tijuana, que son ciudades con más de un millón de habitantes, León tiene el doble de casos de ciberbullying.
En Neza el INEGI detectó 6 mil 719 jóvenes que sufren acoso por medios electrónicos y en Tijuana a 6 mil 483, mientras en León la cifra superó los 13 mil.
La encuesta no abarcó a toda la ciudad de México, sólo a las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Efecto multiplicador
El ciberacoso puede ocurrir a cualquier hora del día y tener un efecto más destructivo que el acoso personal, porque las difamaciones y las humillaciones se multiplican masivamente a través de mensajes de texto o de imágenes compartidas en redes sociales.
En Facebook, por ejemplo, hay varias páginas creadas exclusivamente para difamar la imagen de personas, así como sitios con connotación sexual, memes con fotografías de agresiones y textos humillantes.
Los mensajes, compartidos en forma anónima, dan nombre y a veces domicilio de la persona que se busca denigrar.
El sitio especializado ciberbullying.com comparte una serie de recomendaciones para frenar este tipo de acoso escolar.
En principio, se recomienda no responder a provocaciones, es mejor ignorarlas, porque de otra forma se alientan los ataques; también se aconseja guardar las pruebas del acoso y pedir ayuda a maestros o a autoridades.
La mayor parte de las veces es posible rastrear el origen del ataque, por lo que en caso de amenazas o ataques graves (como por ejemplo la difusión de videos con contenido sexual), se debe denunciar para que intervenga la Policía cibernética.
Quienes realizan ciberbullying incurren en un delito que se castiga con cárcel.
Conocen a su agresor
De acuerdo con el estudio del INEGI, la mayoría de los jóvenes están expuestos a este tipo de acoso, pues el 78.4% utilizan su tiempo libre en consultar Internet y el 71% en usar redes sociales.
El estudio también revela que el 82% de los jóvenes leoneses que confesaron haber sufrido ciberbullying, conocían a su agresor.
Entre los leoneses que estudian, y que han sufrido este tipo de acoso, el 47% dijo que el agresor era un compañero de su escuela.
El 7% de los jóvenes leoneses que trabajan también han sufrido ciberbullying y el 11% de esos ataques han sido en su propio entorno laboral.
Crece con redes sociales
El criminólogo Mario Elyut Velázquez Prado aseguró que las redes sociales han llegado a ser una herramienta proveedora de recursos multimedia para ejercer ciberbullying.
Mencionó que la red social más vulnerable es Facebook, pues sin tener agregada a una persona se puede ver su información y con un solo clic se puede descargar, compartir, publicar y hacer uso ilícito o indebido de imágenes.
“Este tema del ciberbullying es de aspecto psicológico, y las redes les permite a estás personas expresar su violencia de manera directa e indirecta, ya sea de manera individual o en grupo, además que tienen la ventaja de ocultarse”.
Recomendó que las cuentas de redes sociales se tengan en configuración privada, no abrir links o videos atractivos de procedencia desconocida, pues son virus que al dar un clic, roban la información de la cuenta.
“Se pensaría que esto sólo lo hace un hacker, pero con los tutoriales en youtube esto es posible, y entonces a través de un clic, roban tu identidad virtual y comienzan a hacer uso indebido de tu persona, te violentan, agreden y todo lo que a un agresor le plazca”.
Complicidad de los que ven
Explicó que si son víctimas de violencia en casa, o si tienen resentimientos o corajes, buscan desahogarse atacando a los demás.
Saldaña Lemus advirtió que en el ciberbullying participa toda la gente que lo observa en redes sociales y sólo se ríe o se queda callado.
“Estas acciones de no hacer nada o unirse a la burla, le hacen sentir al agresor que está bien y lo continúa haciendo, hay una liberación del sentimiento negativo que tiene y le hace sentir bien, por eso lo sigue ejerciendo”.
El especialista comentó que los medios electrónicos brindan la facilidad de ejercer bullying de una manera anónima, y causa severos daños en la autoestima de la persona agredida, quien pierde interés en la escuela o en la realización de otras actividades.
Georgina Villalobos, quien ofreció una conferencia sobre prevención del bullying a alumnos de la preparatoria oficial, coincidió en que hay complicidad de las personas que sólo observan o se ríen de las agresiones, sin hacer nada para evitarlo.
Recomendó a las víctimas no expresar miedo, llorar o enojarse, en la medida de lo posible ignorar la agresión y responder con tranquilidad, además de denunciar a maestros o autoridades lo que está viviendo.