El estrés, es una de las condiciones que más enfermedades causan y que debe tenerse cuidado con sus repercusiones.
Especialistas en salud y psicología, coincidieron en que es necesario darle “vacaciones al estrés”, de lo contrario poco a poco se va consumiendo la vida.
“Yo trabajaba más de doce horas, todo el día me la pasaba pensando en trabajo y me parecía normal. Veía a algunos de mis amigos que estaban igual que yo, nos veíamos el fin de semana y platicábamos de trabajo, mis papás y mis hermanas también estaban enfrascados en su trabajo. Todos llegaban muy tarde a la casa y era normal, a mi me enseñaron desde niña que lo esencial era ser responsable y así viví hasta que ya no pude más y entré a una depresión severa”, platicó Sandra.
Ella es una de muchas personas que padecen estrés y que ni siquiera se han percatado de su padecimiento.
Las estadísticas de salud a nivel mundial, mencionan que el 70% de las consultas médicas en menores de 60 años están relacionadas con agotamiento en el trabajo, y de este total, casi 50% se diagnostica como personas muy estresadas.
Y en Guanajuato, más de un millón 500 mil personas padecen de estrés laboral, lo que equivale al 80 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), según un estudio que realizó el Departamento de Ciencias Aplicadas al Trabajo de la Universidad de Guanajuato.
La psicóloga Katia Rodríguez, dijo que es conveniente que las personas se den un respiro, pues aunque se aferren a sus labores personales y laborales, no las lograrán del mismo modo a que estén descansados.
La especialista, señaló que además de los problemas emocionales, el proceso creativo no funciona igual sin descanso y pide tener un receso para que el pensamiento esté elaborando las respuestas a los procesos cotidianos, manifestó.
Pero a pesar de que parece simple identificar cuando el estrés se está apoderando de su vida.
La psicóloga, dijo que desgraciadamente algunas personas se percatan de su padecimiento hasta que sienten que ya no pueden más con sus responsabilidades, o bien que tiene mucho sueño durante el día o por el contrario tiene insomnio o se siente débil en ciertas actividades que comúnmente es activo.
Y es que el estrés genera neurosis, pero la mayoría de las veces las personas ya traen una historia de vida, tal vez asociada con violencia, con depresión que se puede detonar con el estrés cotidiano.
Incluso muchas personas pueden detonar hipertensión, enfermedades del corazón y hasta diabetes, a causa de las presiones mal canalizadas.
El cardiólogo Antonio Eguía, señaló que estadísticas a nivel mundial relacionan directamente al estrés con las seis principales causas de muerte: cáncer, enfermedades cardiovasculares (del corazón) y pulmonares, accidentes, suicidio y cirrosis.
“Vivir constantemente así trae consecuencias a la salud; por ejemplo, el intenso ritmo de vida y la falta de descanso producen nerviosismo y ansiedad, estados emocionales que alteran el ritmo normal del corazón, dificultan la respiración, propician falta de concentración, pérdida de apetito, y el sistema inmunológico, el que genera defensas ante infecciones, disminuye su eficacia, por lo cual es mayor el riesgo de sufrir enfermedades causadas por virus o bacterias”, manifestó.
EL ESTRÉS
El estrés es una condición psicológica originada por las presiones de la vida cotidiana, que cuando son muchas a la persona le afecta en el estado de ánimo, pero cuando no lo sabe manejar puede afectarle en aspectos físicos.
En los estados emocionales, el estrés provoca irritabilidad, poca tolerancia a la frustración y puede derivar a tener problemas en las relaciones con otras personas.
De acuerdo a distintas teorías psicológicas, todas las personas son neuróticas, aunque en distintos grados, pero las personalidades débiles podrían aguantar menos que las más fuertes.
Si bien el estrés afecta a ambos sexos, en cada uno el impacto es distinto.
La mujer de edad media enfrenta diversas presiones, tanto en su desempeño profesional como en la atención a la familia y el hogar, ellas tienden a interiorizar más sus problemas, se culpa de las circunstancias y sufre ansiedad, trastornos alimenticios, y al llegar a la tercera edad sufre depresión.
Los hombres tienden a exteriorizar su estrés, manifiestan su mal humor, pelean, se desahogan en el alcohol e incluso incurren en la violencia intrafamiliar.
El estrés laboral se presenta con mayor intensidad en colaboradores de compañías en donde se rolan turnos y personal de oficinas.
Actualmente se ha hecho más común ver gente hipertensa o con problemas de infarto a partir de los 30, 35 y 40 años de edad, cuestiones derivadas del estrés con el que viven.
CONSEJOS
Lleve una dieta balanceada de hidratos carbono, aceites y grasas, y proteínas (pescado, carnes y lácteos).
Duerma 8 horas al día.
Practique ejercicios de relajación; por ejemplo, acostarse boca arriba practicando respiraciones profundas y recorriendo mentalmente cada parte de su cuerpo (de pies a cabeza), enfocando la atención en los diferentes músculos hasta sentirlos relajados. Se recomiendan antes de dormir.
Disminuir, o definitivamente anular, el consumo de tabaco, café y alcohol, ya que alteran la estabilidad emocional y afectan al sistema inmunológico.
Practique ejercicio por lo menos 15 minutos al día; no se recomienda antes de ir a dormir, pues puede ahuyentar el sueño.
Organice mejor organización cada una de sus actividades diarias.
Beba de 2 a 3 litros de agua diariamente para evitar deshidratación.
Procure que el ambiente laboral y familiar sea estable.