Ella, como diario, salió a las 8 de la noche de su trabajo, caminó hacia bulevar Hidalgo y justo cuando iba a cruzar el Bulevar, alguien la subió a una camioneta. No supo quiénes eran, ni cómo vestían, sólo sintió como la tocaban.
Hace un año, Jazmín N. no sólo sufrió un asalto, también abuso sexual. No recuerda el recorrido, pero asegura que la dejaron frente a una tienda en Hidalgo del Valle, sin dinero, sin bolsa, sin zapatos, sin nada.
“Mamacita… Estás bien rica”, le decían los hombres que le recorrían con las manos el cuerpo de la joven de 26 años.
“Es lo peor que me ha pasado. Ya me da miedo andar sola en la calle. Tengo mala suerte, siempre me nalguean o me dicen cosas”, platicó la mujer que aún recuerda el suceso con lágrimas en los ojos.
El Comandante Félix Alberto Pegueros, Jefe de Instructores de IPP Krav Magá Central México, platicó que “Antes de que una mujer pueda defenderse físicamente, tenemos que regresarnos a la prevención”.
“Normalmente las mujeres cargan muchas cosas en su bolso que lo hacen pesado, lo recomendable es que no carguen tanto para poderse defender; si van a salir por un lugar inseguro u oscuro, sí pueden, carguen con cosas que no tengan valor”, comentó.
Pegueros, durante años ha practicado varias disciplinas entre ellas el Krav Magá, mismo que hoy en día imparte en seminarios para hombres y mujeres.
“Al momento que una persona las quiera agredir, es mejor que les entreguen las cosas rápidamente, sin intentar defenderse ni poner resistencia cuando sean cosas materiales, sólo cuando esté en riesgo su integridad física, ahí sí tendrían que defenderse”.
“Los tacones son muy bonitos; sin embargo, no son lo mejor para poder huir… Cuando la reacción es hacia la persona hablando de delitos sexuales, es recomendable que se defiendan, pero jamás con puños, cachetada, jalones de cabello porque eso no le va a hacer nada al agresor”, dijo.
“Los ataques de las mujeres deben de focalizarse a los puntos vulnerables de los hombres o de su atacante, sobre esos puntos que no se pueden fortalecer”.
Afirmó que en el momento de contrarrestar un abuso, la mujer tiene que dejar de ser la víctima y convertirse en la agresora, es por ello que también puntualizó que para una defensa apropiada se necesita tomar clases con especialistas y así aprender a soportar una situación de riesgo.
AL DETALLE:
En lo que va del año se han iniciado 418 averiguaciones previas por violación.
El 87.2% de las víctimas han sido mujeres, de las cuales el 48.10% son de los 11 a los 20 años de edad.