Enseñar a dar, más que a recibir, es la premisa que llevó al estadounidense Bob Hopkins a interesarse en niños y jóvenes vulnerables de la zona de Las Joyas.
El filántropo, junto con un equipo de cerca de 30 estudiantes del Tec de Monterrey campus León, arrancó este año un proyecto en la escuela Preescolar y Primaria Concepción Torres Landa, auspiciada por Fundación Plaza Mayor
El proyecto se llama Filantropía y Voluntariado en Educación (FYVE) y busca cambiar la percepción de los menores que viven en situaciones precarias.
“Desde siempre he trabajado con organizaciones sin fines de lucro, desde siempre, lo más importante es el dinero porque las organizaciones no pueden operar sin él, con esto lo que buscamos es que cambien su mentalidad desde pequeños; la verdad a principio la idea era con adolescentes, pero al llegar aquí y ver a los pequeños decidimos exprimir el proyecto”, platicó Hopkins, académico en el Tec.
Además el voluntariado ayuda a que los jóvenes que dan y reciben eleven su autoestima.
“Sé que estos chicos no tienen mucho éxito, viven en malas condiciones, tienen muchos problemas y están aquí por solo seis horas, en casa ven una forma dura de ver la vida. Me gustaría cambiarlos, me gusta tener una responsabilidad cívica”, agregó el filántropo estadounidense.
El proyecto FYVE implica que los estudiantes universitarios, respaldados por Hopkins, acudan cada 15 días a las instalaciones de la escuela para convivir con los menores y enseñarles a compartir unos con otros.

Escuela no tradicional

Algo que caracteriza a este preescolar y primaria es que rompe con el esquema de educación tradicional, está inspirado en el modelo KIP, surgido en Estados Unidos, que atiende a poblaciones en situaciones vulnerables.
La escuela pertenece a la red de TOWN (The One World’s Network of Schools), que tiene como bases el tema de los valores y que el conocimiento es poder.
“Tratamos de no ser una escuela tradicional en el sentido didáctico y pedagógico, al interior de las aulas, hemos incorporado algunos elementos de pedagogías”, explicó la directora Elisa González Ramírez.
En México hay otras escuelas bajo esta red en Torreón, Guadalajara, Monterrey, Hermosillo y la de León, creada hace cinco años.
Psicólogos, nutriólogos, dentistas y académicos atienden a los menores que cuentan con una beca total, que está sujeta a un compromiso con la excelencia.
El pago que dan es “en especie”: 95% de asistencia, promedio mínimo superior a 7.5 y el 95% de las tareas.
“Tenemos poquitos de esos pioneros porque cuando pasaron a primaria la escuela aún no tenía el permiso y ahora que lo obtuvimos, algunas familias decidieron no regresar.
“Las carencias económicas limitan muchas acciones que se pueden hacer en pro de los niños, el nivel de violencia, hay un nivel de pobreza cultural muy importante, me refiero a la baja confianza, hay que trabajar desde ahí, desde que se sientan parte, y sacar de dentro lo mejor de cada uno”, concluyó la directora.

PARA SABER

Bob Hopkins es un filántropo, empresario social y “hacedor de cambios” que ha dedicado su vida a ayudar a los demás.

Como maestro y mentor enseña a los estudiantes a desarrollar su pasión y a ser su propio agente de cambio, y ha ayudado a miles a encontrar su “verdad” y su propósito personal.
Tiene títulos en español, comunicación y oratoria, está certificado en recaudación de fondos y como emprendedor certificado.

¿QUÉ ES EL PROGRAMA KIPP?

KIPP son las siglas de Knowledge Is Power Program (Programa Conocimiento Es Poder). Se basa en que la vía para el éxito es la educación, y que éste se da a través del deseo, la disciplina y la dedicación. Su lema es “There are not shortcuts” (“No hay atajos”).
De acuerdo a los estándares de KIPP una educación de excelencia se basa en: 

  Aumentar el tiempo dedicado a una tarea.
  Docencia de calidad.
  Apoyo administrativo a los maestros.
  Apoyo de los padres.

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