La alegría de convertirse en padres por segunda ocasión llegó para el matrimonio conformado por Ramiro Cancino Anaya y María del Rosario Hernández Tovar, luego de que ayer ella dio a luz a… ¡7 bebés!
Rosario, de 30 años, de profesión maestra junto a su esposo Ramiro, de 31 años, de oficio albañil, recibieron hace meses la noticia de que iban a ser papás por segunda ocasión, pero la sorpresa fue que serían padres de ocho niños pero en su labor de parto, uno no alcanzó a desarrollarse.
“La verdad al principio no la creía, se ha visto dos tres, pero ocho, la verdad es difícil”, comentó Ramiro con una cara de preocupación al no saber el estado de salud de su esposa después de 9 horas de haber dado a luz.
Él contó que el embarazo fue de alto riesgo por lo que su esposa empezó a no realizar esfuerzos, movimientos bruscos y estar en reposo.
Los esposos son originarios de Santa Cruz, en Coroneo, por lo que desde que supieron que iban a ser padres, del hospital de su comunidad los enviaron al Hospital Materno de Celaya, para que su esposa llevara una revisión más a detalles.
“Pues fue difícil este embarazo, porque tenía que juntar para los pasajes y además tenemos en la casa a nuestro niño de 6 años. (Ella) una ocasión tuvo un sangrado, por lo que de emergencia fuimos al hospital de Acámbaro, estuvo internada un día, después, todo siguió a la normalidad, pero después tuvo molestia”.
Fue que así, Ramiro decidió llevar de nueva cuenta a su esposa al Hospital Materno de Celaya y desde el 10 de agosto se quedó internada para su valoración, hasta ayer que tuvo a sus siete hijos.
El doctor de apellido Villegas fue quien estuvo con ella durante todo el proceso, hasta la cesárea, donde cerca de la una de tarde de ayer nacieron los bebés que pesaron desde 600 a 400 gramos.
“Los doctores nos dijeron que sería difícil que salieran adelante pero iban a hacer todo lo posible para que sobrevivieran y que estuviéramos consientes”.
El padre, aún con la cara de sorprendido, nervioso y sin saber qué es lo que sigue, aún no le permiten conocer a sus siete pequeños, ni siquiera le han dicho cuántos niños y niñas son.
Ramiro, dijo que en su familia ni en la de su esposa hay indicios de tener hijos ya sean gemelos, trillizos o septillizos, por lo que dice son “bendición de Dios”.
La Fundación Nutrición y Vida, se acercó a ellos para poder ayudarlos con ropa, leche y lo necesario para los menores.
“Están muy pequeñitos y lo que necesitamos es todo eso pero chiquito, pues están muy pequeñitos, y todo depende de cómo reaccionan los niños. Yo me siento contento pero también preocupado, porque ahorita todavía no me dicen cómo está mi esposa, salió una enfermera y me dijo que ahí estaba, pero bien bien no me han salido a dar informes, y los niños tampoco los he podido ver hasta mañana (hoy) en los horarios en que dejan entrar a verlos”.
Aunque a veces el tener un hijo es complicado, Ramiro dice que se ha puesto a pensar en la magnitud que conlleva el tener siete hijos, pero dice saldrá adelante.
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