Con un silbido ensordecedor y una columna de humo, un tren antiguo salió el viernes de la estación de ferrocarril del Vaticano para inaugurar un nuevo servicio semanal de tren a la finca de descanso pontificia, Castel Gandolfo, ahora que el Papa Francisco ha decidido abrirla al público.
A partir del sábado, el público general podrá visitar las dos residencias pontificias: los museos del Vaticano en Roma y los jardines y la galería restaurada de retratos en Castel Gandolfo, gracias a un servicio semanal lanzado por el Vaticano y los ferrocarriles italianos, Ferrovia dello Stato.
El servicio incluirá trenes modernos, pero para el viaje inaugural del viernes, Ferrovia recurrió a una locomotora de carbón centenaria para tirar de vagones históricos.

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