Niños y adultos no miden el grado de inseguridad que hay en los escombros de la casona que fue derrumbada sin autorización de las autoridades.
Han pasado varios días desde que se demolió la construcción antigua ubicada en calle Obregón esquina con Presbítero Márquez, en el Centro, y desde entonces las personas han aprovechado para llevarse varillas y fierro.
Algunos vecinos manifestaron su incomodidad al tener que soportar los ruidos que hacen estas personas cuando llegan a llevarse los escombros.
Compartieron que desde la demolición de la finca, las autoridades municipales así como Protección Civil han brillado por su ausencia, pues nadie dice nada.
“Andan arriba de las montañas de tierra, cortan las varillas como pueden y se las cargan en el lomo”, comentaron vecinos.
También indicaron que es conveniente que nadie le llame la atención a las personas que andan entre las pilas de tierra de la finca, ya que se exponen a un accidente.
Dijeron que han visto a niños hasta de 5 años.
Sin medir peligro, retiran escombros de derrumbe
Niños y adultos no miden el grado de inseguridad que hay en los escombros de la casona que fue derrumbada sin autorización de las autoridades.