Volkswagen, la marca automotriz de mayor venta a nivel mundial, perdió el lunes el 17,1% de su valor bursátil luego de admitir que manipuló casi medio millón de vehículos para superar las pruebas de emisiones de Estados Unidos.

En tanto, el gobierno de Estados Unidos anunció que expandirá su investigación sobre lo que llama “dispositivos de manipulación” en vehículos a diésel, para asegurarse de que otras armadoras no utilicen esquemas similares para soslayar la ley federal de Aire Limpio.

Volkswagen admitió que intencionalmente instaló un software programado para cambiar los motores a un modo menos contaminante durante las pruebas de emisiones. Una vez concluidas, el software cambia a una modalidad de manejo más veloz, lo que emite hasta 40 veces los límites legales de contaminación.

La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) trabaja estrechamente con la Junta de Recursos Aéreos de California, que pasó años presionando a Volkswagen para que explicara por qué sus motores de diésel contaminaban más en sus pruebas de manejo que en las pruebas de control de emisiones.

“VW no reveló esos asuntos”, dijo la portavoz de la EPA, Liz Purchia.

El director general de Volkswagen, Martin Winkerton se encontraba el lunes bajo intensa presión luego de que el escándalo le restó más de 13.000 millones de euros (15.000 millones de dólares) al valor de mercado de la compañía en la primera sesión tras el anuncio de la EPA sobre las violaciones.

Winkerton se disculpó, prometió una investigación interna y reconoció que su empresa “defraudó la confianza del público y los consumidores”. Las acciones de VW cerraron en su nivel más bajo en casi tres años: 133,70 euros.

VW, que enfrenta multas hasta por 18.000 millones de dólares, suspendió las ventas en Estados Unidos de los modelos afectados y prometió cooperar con los reguladores, luego de reconocer el fraude el pasado 3 de septiembre, dijo Purchia.

La investigación podría poner a prueba la resolución del Departamento de Justicia del 9 de septiembre, para hacer que los ejecutivos rindan cuentas por irregularidades corporativas. Purchia señaló que el Departamento de Justicia ya está involucrado, y un funcionario de VW confirmó que la dependencia ya contactó a la compañía.

El software ilegal se fabricó e instaló en vehículos con motores de 2,0 litros a diésel de los años 2009 a 2015, informó la EPA. Entre los vehículos afectados se encuentran el Audi A3, VW Jetta, Beetle, Golf y Passat.

La EPA ordenó a VW arreglar los vehículos con sus propios recursos, pero señaló que los propietarios de los autos no necesitan realizar acción inmediata. Los autos son una amenaza a la salud pública, pero las violaciones no representan amenazas a la seguridad y los vehículos siguen siendo legales para ser conducidos y vendidos mientras Volkswagen presenta un plan de retiro y reparación.

Recientemente Volkswagen superó a la armadora japonesa Toyota como la fabricante automotriz de mayores ventas a nivel mundial, pero ha tenido un año complicado debido a la disminución de ventas en China y Estados Unidos. El precio de sus acciones ha caído en más de 250 euros.

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