La compañía Teatro de Ciertos Habitantes llega este fin de semana al  Teatro del Bicentenario, en el Forum Cultural Guanajuato, con la producción “Todavía… siempre”.
La puesta en escena es definida como un canto a la vida y al amor. En ésta, una mujer con la sabiduría de quien ha recorrido un larguísimo camino, evoca al hombre amado y perdido durante su juventud, con el anhelo de cruzar el umbral que le permitirá volver a encontrarlo.
La obra, protagonizada por la actriz Tara Parra, tendrá tres funciones en el Teatro Estudio del Teatro del Bicentenario, el viernes 25 a las 8 de la noche, el sábado 26 a las 7 de la noche y el domingo 27 a las 6 de la tarde.
Cabe destacar que es la tercera ocasión que la compañía se presenta en el recinto. Ahora llega con la dramaturgia de Conchi León y la dirección de Claudio Valdés Kuri, uno de los directores mexicanos más reconocidos en la actualidad por su trabajo dentro y fuera del País.
“Todavía…siempre” es una reflexión acerca de la vida y del amor, no solo del amor de pareja, sino también del amor filial y el paternal.
Se trata de una ojeada a la vida, que recoge con inteligencia y sentido del humor, parte de la sabiduría que solo el transcurrir del tiempo proporciona, en la que, naturalmente, brotan temas como la paciencia, el dolor, la muerte y, sobre todo, el sentido de la vida.
Esta obra marca el regreso a los escenarios de Tara Parra, actriz reconocida como pionera de la educación teatral en México.
Teatro de Ciertos Habitantes ha sido reconocido en el ámbito internacional a través de sus montajes “Becket o El honor de Dios”, “De monstruos y prodigios: la historia de los Castrati”, “El automóvil gris”, “¿Dónde estaré esta noche?”, “El Gallo”, “Todavía… siempre” y “La vida es sueño”.

FUNCIONES

Viernes 25 de septiembre /
20:00 horas
Sábado 26 de septiembre / 19:00 horas
Domingo 27 de septiembre / 18:00 horas
En el Teatro Estudio del Teatro del Bicentenario
$200 – Entrada general

Cambian sus vidas con arte

La fotografía, la danza, el cine, la música. Todo esto ha llevado a millones de personas a soñar más allá de sus raíces. Ha sacado a cientos de personas de su ambiente negativo y ha transformado sus vidas.
Isela Tapia, madre de familia de dos hijos cuates, Andrea y Andrés, es diseñadora gráfica de profesión. Es artista por naturaleza, además de que imparte en comunidades de bajos recursos talleres de reciclaje, higiene y educación.
Ella comenzó a las 8 años a pintar. Su papá era alcohólico, trabajaba durante el día en un taller mecánico y por las tardes desaparecía de su casa. 
“Llegaba en la madrugada muy tomado, pero no era violento. Era muy divertido y se inventaba historias. Después yo las dibujaba. Mi mamá y él peleaban todo el tiempo por cuestiones de dinero, pero aun así, mi papá siempre fue amoroso y un excelente padre, es por eso que no podemos reclamarle nada”, dijo Isela.
Ella pintó, dibujó y compuso canciones para todos esos episodios que tuvo con su padre. De ahí decidió estudiar Diseño Gráfico. Ella se pagó la universidad, pero jamás cayó en los vicios como su hermano. 
“Es fácil, yo canalicé mi situación en el arte. Lalo (su hermano) lo hizo en el alcohol. Es un patrón, pero me gusta mucho mi vida, llena de color, letras y figuras, no de olor a borracho”, comentó.
Según estudios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), practicar o dedicarse a una rama artística, desarrolla el cerebro un 22% más en niños antes de los 7 años, y en los adultos, disminuye el estrés laboral un 65%.
Para Carlos, un niño de la comunidad de San Juan de Abajo, miembro de la orquesta Esperanza Azteca, de la televisora mexicana TV Azteca, la música fue la salida del ambiente de las drogas, alcohol y abuso sexual que sufría en su casa.
“Solamente esperaba la hora para ir a ensayar. Mi maestro a veces me daba para el camión, a veces me daba mi mamá. Cuando estoy tocando siento que no pasa nada. Solo estamos mi violín y yo. Mi maestro es mi ídolo, pero también mi amigo. Me enseñó que podemos pensar de otra manera y vivir de otra manera también. Mi sueño es irme a Viena, y quiero hacerlo”, platicó el pequeño músico.
Según la fundación “Comparte Cultura”, aunque no se practique el arte de manera profesional, produce beneficios individuales y sociales.
“Mi trabajo como abogada es bastante frustrante a veces, así que me voy a un bar karaoke, y con el solo hecho de cantar, con eso me libero los fines de semana”, comentó Olivia Torres.

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