El amor perfecto existe y ese es el que encontraron Adriana y Alejandro, por tal motivo unieron sus vidas como marido y mujer al jurarse respeto y fidelidad ante el altar del Santuario de Nuestras Señora de Guadalupe.
Los novios compartieron este acontecimiento con sus respectivos papás y  familiares, quienes fueron testigos del amor que se profesaron como esposo para toda la vida.
Los señores Verónica y Alejandro, papás del novio les desearon la mejor de las dichas a su hijo ahora que emprenderá una vida junto a su esposa Adriana.
Por su parte la novia estuvo acompañada de sus papás  Adriana y Juan, ambos felicitaron a su hija.
El momento más emotivo fue  cuando se entregaron las arras y anillos y quedaron unidos con el simbólico lazo matrimonial.
Al concluir la ceremonia, los esposos se trasladaron a su recepción en el Centro de Convenciones en Villas de Irapuato.

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