El alcalde Ismael Pérez Ordaz y el obispo de Celaya Benjamín Castillo Plascencia están a favor de que la quema de pirotecnia se regule para evitar accidentes.
Luego de la quema de pirotécnia en el estadio de futbol del Celaya FC que se dio en días pasados, Pérez Ordaz dijo que analizan regular esta práctica, dando permisos de quema en ocasiones especiales.
“Lo que nosotros vemos es que de todas formas se hacen muchas quemas en diferentes lugares y consideramos que a veces es más efectivo el controlar, el regular que en el dejar que haya tolerancia, porque al fin de cuentas eso nadie lo controla”, señaló el 16 de septiembre pasado.
Pese a la veda por lo sucedido el “Domingo Negro”, en distintas fiestas religiosas y de comunidades si sigue ejerciendo esta práctica.
Se hace en muchos lados
El Obispo de Celaya dijo el 20 de septiembre que “más que prohibir eso, es sobre todo ver con qué cuidado se almacena”.
También aconsejó crear un reglamento específico que controle los lugares donde se almacena el tipo de productos y a quien se le venden, porque lo más peligroso es para los niños que juegan con productos hechos de pólvora sin supervisión de adultos.
Agregó que la práctica no es única de la iglesia, “también las autoridades civiles, estas fiestas patrias e internacionalmente, no hay una inauguración de Olimpiadas sin que quemen y de una manera realmente hermosa, artística, es bonito, pero cómo se tiene que manejar”.
Dijo que lo ocurrido en 1999, “es un hecho que ya no se puede remediar y que la sociedad debe perdonar, avanzar y “si no había reglamento hay que hacerlo”, concluyó.
“Es más asunto cultural que religioso”
La quema de pirotecnia en fiestas patronales es un asunto que tiene más que ver con la tradición o costumbre de las personas que con lo que decida el párroco de una iglesia.
Daniel Huerta, sacerdote y vicario general de la Diócesis de Celaya explicó que la quema de pirotecnia es un asunto cultural, pues son los organizadores de la festividad los que se encargan de realizar los trámites para poder “echar cohetes”.
“Ellos siguen sus costumbres y punto, a veces incluso, dadas las costumbres no respetan las decisiones de los padres (sacerdotes)”, mencionó.
En el Obispado no hay comitiva, pastoral, o algo parecido que regule la práctica, puesto que es algo realizado por los fieles, aunque la organización de una festividad se realiza junto con los párrocos.
Y es precisamente por eso que el padre Daniel coincide en lo dicho por el obispo Benjamín Castillo hace algunos días, acerca de que se debe regular y no prohibir esta práctica.
“Yo creo que habiendo control, regularización de la pólvora y de los lugares donde debiera de estar no hay mayor problema, es algo propio de la cultura de nuestros pueblos”, expresó.
Además, no es una situación meramente de fiestas patronales, sino también de otras festividades cívicas.
“Por una experiencia que se tuvo en Celaya, no tendría que ser el motivo para decir que jamás se vuelve hacer”, opinó con respecto a las explosiones del 99 en la Central de Abastos provocadas por el almacenamiento de pirotecnia en una bodega en 1999, donde fallecieron decenas de personas.