El cardenal Alberto Suárez Inda señaló que producto de la inseguridad que se vive en México, hay desde “ciudades enmuralladas” hasta situaciones de violencia como los hechos ocurridos en Ayotzinapa, hace un año.
Durante la homilía, el Cardenal hizo referencia a cómo hoy se vive en ciudades enmuralladas producto del miedo que se tiene ante la inseguridad, aunque destacó no es exclusivo de México.
“Hay ciudades amuralladas y hoy mucha gente prefiere vivir en lugares seguros, fraccionamientos cerrados, por miedo, por la inseguridad que tristemente vivimos, es tan peligroso y difundido. En la lectura dice que Jerusalén ya no tendrá murallas… que interesante pensar que pudiéramos vivir sin murallas y que confiáramos en la protección de Dios”.
Posterior a la homilía celebrada en el Templo de San Juan de Dios con motivo de su reapertura, el Cardenal reiteró que México está sumergido en la violencia, sin embargo, no se le puede “echar toda la culpa al Gobierno federal”, pues también está dañado el tejido social.
“Construyamos una ciudad donde la población sea la defensa de los indefensos y estar a favor de los más débiles para crear un ambiente de civilización fraternal en los hogares, para que los jóvenes tengan ideales y no se dejen ilusionar con que, con unos miles de p, esos del crimen encontrarán la felicidad, no es el camino, la raíz está más allá en la cultura por la paz”.
El jefe religioso destacó que el Papá Francisco habló en días pasados en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante jefes de más de 100 naciones que se debe trabajar por brindar seguridad a los habitantes.
Destacó que la desaparición y muerte de 43 estudiantes de Ayotzinapa ocurre en muchas partes de México, pues miles de personas son víctimas del crimen y la violencia.
“No le podemos echar toda la culpa al gobierno federal, es la sociedad la que se ha venido descomponiendo. El Gobiernos tiene su labor pero los ciudadanos, principalmente los maestros, tienen una labor importante, que hoy se ha deteriorado.
“Creo en la justicia que Dios infunde en los corazones, desgraciadamente hay leyes en la ONU y en los países que son muy buenas pero no se cumplen”, finalizó el Cardenal.
Abren templo de San Juan de Dios
Tras siete meses de estar cerrado a la feligresía por la restauración que se hizo a más de 50 grietas que había en el techo y paredes, y el riesgo de un colapso, ayer se reabrió el templo de San Juan de Dios, acto encabezado por el Cardenal Alberto Suárez Inda.
Celebró una misa, bendijo el edificio e hizo una remembranza de este templo que fue el cuarto en la ciudad.
El Templo de San Juan de Dios, es un edificio de 1623, es la cuarta iglesia más antigua de la ciudad, y tuvieron que pasar 10 años para que fuera restaurada.
La inversión fue de un millón 600 mil pesos, que incluyeron la inyección de más de 50 grietas en el techo y paredes y fisuras longitudinales y trasversales en la bóveda, que ayer ya se notaban algunas producto de las lluvias de días pasados y se pusieron respiradores; la impermeabilización que se hizo fue producto de una donación.
También se hizo el apuntalamiento de los arcos torales, que son los que sostienen la bóveda de cañón corrido, además se han colocado alrededor del muro perimetral un “aerodrén”, que permitirá al muro respirar y quitar que la humedad no suba al muro y siga dañando los aplanados.
Así fue que después de mucho solicitar y esperar que culminaran los trabajos, ayer el Cardenal celayense asistió a la bendición del edificio, donde estuvo acompañado de varios sacerdotes de la Diócesis de Celaya, así como el alcalde, Ismael Pérez Ordaz; el ex alcalde Javier Mendoza Márquez y el excandidato a la alcaldía, Martin Rico Jiménez.
A la misa asistió el sacerdote Emilio Torres Silva de 97 años y que fue el Vicario de este templo por 38 años, además del sacerdote Vicente Aguayo Rayas, quien inició el proyecto de restauración y el actual sacerdote del templo Alfredo Picón.