Después de haber ganado en su presentación ante Costa Rica por 4-0, la selección mexicana Sub-22, quiere enracharse al jugar este día contra Haití, en el segundo juego del grupo B del Preolímpico de la Concacaf.
Aunque no hay enemigo pequeño, es claro que la experiencia y preparación del equipo Tricolor deberá pesar de más para lograr la victoria y la calificación a las semifinales.
Ejemplo de esa experiencia es Érick Torres. El “Cubo” es todo un veterano en juveniles, con un Mundial Sub-20, un Esperanzas de Toulón y un Preolímpico, en el 2012, a cuestas.
“Me ha tocado, a mi corta edad, desde los 18 años, estar en varias competencias internacionales. Se me adelantaron muchos procesos, pero estoy contento, todo, las cosas buenas y las negativas las tomo como parte de la vida, y ahora espero que esa experiencia la pueda poner a servicio de mis compañeros, aprender de ellos y del cuerpo técnico”, reflexiona.
Pero esas experiencias que llegaron tan temprano, también trajeron tropiezos.
“Todos los golpes, en la vida personal, como en tu carrera, te ayudan a seguir creciendo, nutriendo tu vida personal. Esos golpes negativos suman”, aseguró el ex jugador de Chivas.

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