Al interior de un bosque nació un mundo de fantasía, habitado por duendes, hechiceros, princesas y uno que otro fantasma.
Inspirado en las creaciones del reconocido ilustrador holandés Anton Pieck, Efteling está considerado uno de los mejores parques de diversiones a nivel internacional; varios premios lo avalan, entre ellos el Themed Entertainment Association.
Cercano a la ciudad de Tilburgo, en el sur de Holanda, el éxito de este lugar no está basado en impresionantes atracciones mecánicas, sino por su diseño, decoración y entorno natural.
Se construyó hace seis décadas en alrededor de 75 hectáreas de bosque natural, donde los mágicos seres conviven desde entonces en armonía con pinos encantados, lagos idílicos y abundante vegetación.
Otro distintivo: sus atractivos no permiten la indiferencia, pequeños y grandes disfrutan por igual los paseos en bote, góndola o vehículos suspendidos.
Entre mitos y leyendas
Efteling está compuesto por cuatro grandes secciones, cada una con una atracción en particular.
El Reino de las Hadas es ineludible, es con el primero que se topa todo visitante. Aquí se hacen realidad, con gran delicadeza artística, los cuentos de La Bella Durmiente, Blanca Nieves y los Siete Enanos, El Reloj Mágico, Caperucita Roja, Hansel y Gretel, Rapunzel, entre otros.
El paseo encantado lleva luego a El Reino del Viajero, en donde se encuentra una de las gemas principales: La Pagoda, un mirador giratorio de estilo asiático que permite apreciar desde las alturas la majestuosidad del parque temático.
El Reino de la Aventura, como su nombre lo indica, está diseñado para que la adrenalina corra.
Los atrevidos ponen a prueba su valentía en “Joris En De Draak”, una montaña rusa de madera basada en la leyenda de Jorge de Capadocia (un soldado romano que enfrentó un dragón para salvar a una niña), en el “Holandés Volador”, en donde velocidad, oscuridad y agua se combinan, y en “Baron 1898”, la nueva montaña rusa del parque, inaugurada apenas este año.
El Reino Alternativo posiblemente es el menos apreciado, pues suele ser relegado para el final del recorrido, lo cual es una equivocación.
Aquí hay atracciones únicas como “Fata Morgana”, un recorrido en barca que lleva por Oriente Medio, por el mundo de Las Mil y Una Noches. O “La Piraña”, un paseo por rápidos inspirado en Perú precolombino, en tiempo del imperio inca.
Y si bien caminar por el parque ya es un agasajo, hay otros espectáculos que no pueden pasar por alto, como “Droomvlucht” (que significa Viaje de los sueños), sin duda el consentido de todos. Éste consiste en un recorrido montado en un vehículo elevado que sobrevuela el mundo mágico de duendes y hadas.
Dos paradas obligatorias más: “Villa Volta”, una mansión en donde todo está de cabeza y “Aquanura”, el mayor espectáculo de agua, luces y fuego de Europa.
¿Tomorrowland infantil?
Caso curioso, la prensa belga y holandesa suele asociar al parque con Tomorrowland, el festival de música electrónica más grande del mundo, sólo por estar ambientado en los cuentos de hadas.
“Para describir cómo es el festival, muchos medios de comunicación se refieren a nosotros como el Efteling de la Danza, aunque eso no significa que Tomorrowland tenga alguna relación con el parque de diversiones”, aclara Debby Wilmsen, del servicio de información del festival electrónico que se celebra anualmente en Boom, Bélgica.

Guía práctica

CÓMO LLEGAR
KLM vuela sin escalas entre la Ciudad de México y Ámsterdam. Una vez ahí, se debe tomar un tren en Ámsterdam Central con dirección a Utrecht y bajar en Hertogenbosh. Luego, tomar el autobús 300 o 302 y bajar en Efteling.
Desde Bruselas, hay que trasladarse a la ciudad de Tilburgo, donde hay varias rutas de autobús que llevan al parque.

CUÁNDO IR
Está abierto todo el año, aunque se recomienda visitar en septiembre y noviembre, cuando es menos concurrido. Cabe mencionar que anualmente acuden 4 millones de personas.

DÓNDE DORMIR
Efteling Village Bosrijk, ofrece la oportunidad de hospedarse en pequeñas casas tradicionales en un ambiente de campiña. Es como dormir en una de las casitas de duendes del parque.

DÓNDE COMER
En el restaurante de Raveleijn, de ambiente medieval. Uno de los mayores problemas de los parques de diversiones es que están plagados de alimentos chatarras. Este local es la perfecta alternativa.

COSTO
38 euros por adulto (alrededor de 650 pesos). Menores de 3 años, entran gratis.

MÁS INFORMACIÓN
www.efteling.com

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