Perseverante, Guerrera, auténtica, apasionada, así se describe Ana Paola Martínez Ruiz, una de las grandes artistas en el mundo de la pintura y el arte en Irapuato.
Esta gran ciudad siempre llena de sorpresas y hoy, nos da a esta mujer tan talentosa que el mismo Miguel Ángel admiraría con grandeza el trabajo de Paola.
Desde muy pequeña, Paola estaba destinada a esta vida llena de color, emociones y mucho éxito, su destino estaba escrito desde que tomó el primer lápiz de color e hizo sus primeros dibujos.
Nacida en la ciudad de San Luis Potosí un 23 de junio, Paola inició su historia que ella misma no creyó se convertiría en lo que es hoy, una gran mujer y una inigualable madre.
A una corta edad, la artista llega a la ciudad de Irapuato, donde se siente como en casa y adoptada por la calidez de la gente irapuatense.
Inicia sus estudios a nivel medio superior, pero no es hasta que llega a la universidad, cuando toma una de las decisiones más importantes y que darán pauta a la gran trayectoria en su vida pictórica.
Estudió su carrera en el Centro de Estudios Superiores de Diseño de Monterrey (CEDIM) donde se pulió tal cual diamante e inició con algunas exposiciones acompañada de grande artistas de la talla de Martha Chapa.
Como una mujer de éxito, sigue con sus estudios y ahora incursiona en el extranjero en The Art Institute of Dallas donde aprendió diferentes técnicas de pintura, ilustración y a la par participó en las exposiciones que el mismo instituto organizaba con las creaciones de sus alumnos.
“Fuí muy feliz, desde ahí me sentía como libre, me sentía muy ligerita, hacia todo lo que traía adentro y lo explotaba, a veces nos ponían a copiar cosas, pero cuando era una exposición libre se me hacia agua la boca y ahí inicie a pintar”, comentó Paola al recordar ese momento de su vida.
Al terminar esa etapa, regresa a México, a la ciudad que la vio crecer e inicia una nueva etapa como mamá de tres pequeños, Patricio, Renata y Alejandro, quienes se vuelven su inspiración y principal motor para continuar con el pincel y la pintura.
Es una mamá muy dedicada y la pintura se volvió un complemento para esta vida, sin embargo su familia la catapulto a seguir en el arte y ahora son ellos quienes la apoyan en su labor artística.
Sus obras han sido del agrado que cada pintura que realizaba se vendía, las exposiciones se quedaron de lado y la producción creció a un nivel impresionante que Paola quedó sorprendida, no fue hasta el año 2012, cuando el Tecnológico de Monterrey campus Irapuato, la invita a participar en el proyecto “La Mujer en el Arte” y es ahí donde cuarenta obras en gran formato de Paola vuelven a estar reunidas en un solo lugar para ser admiradas por cientos de personas.
Esto en su primera exposición individual que realiza, este fue un parteaguas para retomar esta actividad y volver a mostrar a las personas sus pinturas hechas con sentimiento y que al verse hacen volar la imaginación.
“Salí por primera vez a dar una exposición ante mi gente, ante Irapuato, mucha gente tiene obras mías” dijo Paola Martínez.
Esta gran artista se desenvuelve en el arte abstracto y ha tenido mucha influencia de gran artistas a los que ella admira como: Juan Carlos Manjarrez y Yuri Zatarain.
Ahora, Guanajuato capital alberga su segunda exposición individual en el Hotel 1850, donde hay 47 obras de distintos formatos; chico, mediano y gran formato.
Yuri Zatarain y Juan Carlos Romero Hicks, fueron invitados para esta exposición y quienes dieron la apertura y pueden disfrutar hasta la fecha.
“No esperar a que nadie crea en uno, creer en uno mismo, un sueño se puede hacer realidad”. Es así como Paola ha conseguido alcanzar sus sueño y su forma de vivir al lado de lo que le gusta hacer y de su familia.
Pinta su arte en historia de vida
Su arte es abstracto, desde muy pequeña sabía que pintar era su vocación, actualmente forma su hogar al lado de tres excelente hijos