La alta formación académica y profesional en las mujeres puede no siempre ir de la mano con el matrimonio.
La minoría de la población guanajuatense que cuenta con estudios de maestría o doctorado, tiende a casarse a una edad mayor o simplemente no lo hace.
De acuerdo con información del Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en León 149 mil 606 personas tienen estudios de educación superior; la mitad, 50.7%, son mujeres.
De 75 mil 885 leonesas con estudios universitarios, 34 mil 892 están casadas, esto es el 45.9%. Mientras que en los hombres, de un total de 73 mil 720 con educación superior, 41 mil 44 han contraído matrimonio.
En tanto del total de la población sin escolaridad que es de 64 mil 674 leoneses, 35 mil 883 son casados; de este total 51.6% son mujeres, es decir 18 mil 515 contrajeron matrimonio.
La experta en relaciones de género Guadalupe Fernández Aguilera, dijo que esto se debe a la transformación de los roles de género, que influye en la forma de vida de hombres y mujeres.
“Las mujeres han entrado al mundo público, académico, político, etc., y entonces las actividades que realizaban en el ámbito doméstico se diversificaron, ahí hay un problema porque pese a esto las mujeres siguen teniendo la responsabilidad doméstica.
“Finalmente esta transformación no es de todos los grupos, pero si vemos en general sí podríamos decir que hay una transformación, ante esta nueva condición las mujeres adquirieron una posición social distinta, ya no se mantienen solamente en casa, al modificarse esto hace que las mujeres opten por diferentes proyectos de vida y ya no se suscriben al proyecto de vida del matrimonio y la maternidad”, sostuvo.
Para Fernández, encargada del programa universitario Mujer y Relaciones de Género de la Universidad Iberoamericana, se trata de un reflejo de una nueva sociedad, en la que el matrimonio es solamente una opción en el proyecto de vida.
“A mayor escolaridad pasa esto de ir posponiendo el matrimonio o ni siquiera plantearlo en el proyecto de vida. Podríamos decir que la escolaridad en muchas ocasiones sí modifica el rol e incide, pero no es determinante.
Señaló, sin embargo, que no se ha logrado desprender el rol doméstico entre las mujeres, por lo que en una relación de poder hay una pugna con la pareja, y los hombres buscan dicho rol tradicional en las mujeres, entonces en algunos grupos el matrimonio se ve aún como una forma de alcanzar estatus social.
Matrimonio a largo plazo
En su experiencia directa con universitarias, Fernández Aguilera platicó que sí se nota diversidad en sus proyectos de vida, como resultado del acceso a la educación superior.
“Sí hay las que manifiestan y dicen ‘no, yo no quiero casarme’, otras expresan, y es muy común, que sí quieren casarse pero muy a largo plazo, tienen un abanico de posibilidades, esa es la diferencia de rol en algunas”, dijo.
En un sondeo, universitarias coincidieron en dicha postura.
“Yo personalmente no estoy pensando en casarme pronto y soy un poco más de la idea de que quiero primero mi vida profesional antes que los hijos, sí atrasaría mi matrimonio por poner la vida profesional, no sé si es una visión egoísta ahora pero así lo veo”, comentó Florencia Martínez Sánchez, de 22 años.
“Las ideas no están tan ligadas, no digo que si decido casarme entonces no me voy a desarrollar en el lado profesional o viceversa, son ideas separadas, pero viene desde un contexto histórico de nuestro país o Latinoamérica, que quienes se desempeñan en la parte profesional tristemente se enfocan más en ello y dejan de lado la parte hogareña”, concordó la estudiante Blanca Jéssica Sevilla.
Misión : desarrollo humano

Mónica López García considera que su vocación está en la formación humana.
Cuenta con estudios de Ingeniería Industrial, maestría en Desarrollo Humano, además de diversas especialidades y diplomado en Teología, y actualmente cursa la carrera de Psicología.
Mónica, quien entre otras cosas se dedica a dar asesorías en empresas, asegura que hay mujeres que tienen como misión el matrimonio, y otras más desarrollarse profesionalmente como ella aunque, dijo, no necesariamente tienen que ir separadas.
“Tiene que ver con tu misión en la vida, no solamente la preparación académica te hace de bien o independiente, las personas independientes son las que saben vivir su virtud; la responsabilidad con algo.
“A veces se considera como un desatenderme de otras cosas, hay quienes tienen la vocación y la desarrollan perfectamente, pienso que sería importante que quienes busquen el matrimonio, lo hagan, aunque sea que aplacen el desarrollo profesional, la realidad depende de la visión da cada una”, expresó.

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