Casas vacías y falta de presencia policial en Los Olivos contribuyen a que se cometan robos a plena luz del día.
Las personas que decidieron comprar una vivienda en la tercera sección de esa colonia, mencionaron que por su lejanía, casas deshabitadas y la poca vigilancia de Seguridad Pública, los robos son muy comunes.
“Las casas que están a un lado de la autopista Celaya-Querétaro son donde se meten a robar lo que puedan. El problema es que ya se empiezan a meter a robar a las casas porque saben que no hay vigilancia de los municipales”, dijo Adriana Garnica.
Aunque existe una vigilancia privada contratada por la constructora, los denunciantes aseguraron que los vigilantes no traen armas y su trabajo es sólo encargarse de los inmuebles vacíos que todavía no son entregados a sus dueños y los que están en venta.
Un elemento, quien solicitó omitir su nombre, mencionó que son muy pocos para cuidar todas las casas y no están capacitados para enfrentar a hombres armados, por lo que tienen indicaciones de que, en caso de ver algo inusual o sospechoso, lo reporten al 066.
“Somos muy pocos para andar por tantas calles. No podemos negar que sí hay robo de material y tubería. Sí se necesita apoyo de la Policía, sobre todo en las noches de los fines de semana cuando hay más movimiento”, dijo.
A lo largo de la avenida Valle de Huasco se pueden apreciar algunas casetas improvisadas de madera que utilizan los vigilantes de la empresa privada para resguardarse de las inclemencias del tiempo y cuidar los materiales.
Los vecinos reconocieron el problema que existe en la ciudad por la falta de policías, pero argumentaron que una caseta móvil bien ubicada solucionaría muchos problemas, sobre todo para atender más rápido los reportes.
Se arman contra ladrones
Colonos de la tercera sección de Los Olivos se reunieron con palos y piedras para enfrentar a un grupo de ladrones que robaban tubería de cobre de las azoteas.
A decir de los vecinos de las calles Olearia y Valle de Huasco desde hace 15 días observaron a los ladrones que por las noches se subían a los techos para robarse el cobre, situación que los obligó a enfrentarlos.
“Desde la semana pasada me enteré que andaban robando la tubería. Los robos ocurrieron en el transcurso del fin de semana. El último fue el domingo pasado cuando ya todos salieron para detener a los ladrones”, dijo el señor Juan Moreno.
Los colonos coincidieron en que después de las 10 de la noche del domingo, varios vecinos empezaron a tocar las puertas para que salieran con palos y piedras para atrapar a los ladrones que se escondían entre las azoteas.
Un aproximado de 20 personas salieron para alejar a los delincuentes quienes ya llevaban una bolsa con el cobre.
“Esta sección prácticamente es nueva y debemos unirnos para atrapar a los rateros. La Policía se tarda en llegar. En el 066 no siempre contestan así que mientras que llegan los policías ya nos robaron. Somos pocos vecinos pero con esto de los robos ya nos empezamos a identificar más y a estar unidos por cualquier situación”, agregaron.
Según los colonos, el día de los robos acudió la Policía Municipal después de varias ocasiones de reportar lo que había ocurrido.
La cercanía de las viviendas con la autopista Celaya-Querétaro, por donde -aseguran- se escapan los delincuentes y el que la mayoría de las casas estén deshabitadas, son algunos de los factores que han influido para que el robo de tubería y otros objetos se cometan a todas horas.