Representantes de colonias marginadas aseguran que el programa Sin Hambre no ha aterrizado en León.
Con ellos coinciden promotores del programa, a quienes les adeudan su sueldo desde hace tres meses.
El promotor Mario Águila Martínez dijo que al margen de que le han retrasado el pago de su sueldo, la gente a la que invitó a integrar un comité le reclama porque Sedesol no les ha cumplido en la entrega de apoyos.
“Por mala suerte me tocó trabajar (en la colonia) donde yo vivo”, dijo.
Sus propios vecinos constantemente le preguntan por el resultado de sus peticiones.
“Salgo a la calle y la gente me pregunta que sucede; tú prometiste, me reclaman”.
Para el promotor José Lehi Herrera Saldaña es importante denunciar las anomalías que hay en la delegación de Sedesol, para que se resuelvan en beneficio de la gente.
“Aunque no nos paguen”, dijo resignado.
“Aquí los más afectados son la misma gente, les prometes que los vas a ayudar, juntan su comité, están animados y luego les salen con que no”.
María Claudia Martínez Aguinaga, también promotora del programa Sin Hambre, dijo que en los recorridos que hizo en la colonia Los Castillos, llegó a reunir grupos de 50 madres de familia, cuyo principal reclamo eran los alimentos.
En su caso, los apoyos prometidos el año pasado tampoco se concretaron.
“Los vecinos están con la inquietud de qué va a pasar. Hace un año ya habían ido a hacer una campaña similar de promoción. Ahora la gente no confía”.
AM solicitó una postura a la delegación de Sedesol, sobre el retraso en los pagos y en el reparto de apoyos, pero su respuesta fue que se abstendrían de dar una declaración.
En El Paraíso
El presidente del comité de la cruzada en la colonia Paraíso, reconoció que ese programa quedó trunco.
Guadalupe González Bernal informó que en la colonia se realizaron tres juntas para formar el comité. El promotor del programa recorrió las calles junto con los vecinos, para conocer las necesidades.
Los vecinos pedían escrituración y servicios básicos.
En las juntas se lograron reunir 60 personas.
Los propios vecinos debían hacer labor de convencimiento para que el programa comenzara, pero no avanzó.
En la colonia El Paraíso se realizó la última reunión del comité a finales de 2014, y desde entonces el proyecto contra el hambre no se echado a andar, pese a que ya se entregaron las necesidades de las familias.
El Secretario del comité del programa en la colonia, Martin Aguilar Reyes, estimó que en la zona hay 350 familias, que suman alrededor de 1,180 personas.
La escrituración por estar dentro de terrenos irregulares y la falta de agua, son dos de los problemas que esperan que les ayuden a atender.
En 2014 se realizaron juntas periódicas que incluían recorridos en las calles para ver de cerca las condiciones de las familias y saber cómo apoyarlas.
Aunque cuentan con alumbrado, el agua potable y la falta de drenaje es un problema que consideran grave.
Tras 13 años, la colonia no registra muchos avances, pues las calles están sin pavimentar y hay falta de servicios.
’No hay nada’
Vecinos de la colonia Minerales de La Joya confesaron no haber recibido apoyo por parte de la Cruzada Contra el Hambre.
Lo anterior, pese a haber formado un comité para designar tareas y formar un proyecto para que la zona fuera apoyada con el programa.
“Hasta ahorita no ha habido nada”, señaló Adriana Barretos, secretaria del comité formado por promotores del programa.
Algunas de las promesas que se dieron a los habitantes fue ayudarlos con los trámites de escrituración, el alumbrado público, dotarlos de despensas, además de dotarles de un sistema de drenaje.
La insistencia de los colonos es para verse beneficiados con programas como el de la leche Liconsa, dijo la secretaria del comité, Adriana Barretos.
Una calcomanía fue pegada en las puertas y portones de cada una de las casas para hacer una revisión posterior y ver si era o no necesaria la ayuda.
Aunque de acuerdo con la secretaria del comité, todo se quedó en el conteo de hogares con un folio pegado: la ayuda nunca llegó.
En el mismo reclamo coincide Erika Torres Estrada, quien se organizó con sus vecinos de Mineral de La Joya para conformar el comité.
“Vienen a hacer un alboroto y no se hace nada”, reprochó.
Una de las principales necesidades en la colonia es el alumbrado público, y esto fue lo que le solicitaron al promotor de la cruzada cuando los visitó en sus domicilios.
Sin embargo, no han tenido más noticias del programa.
La última junta realizada con miembros del comité y personal correspondiente al programa fue en febrero del año pasado, donde además de designar labores se trató el principal problema de escrituración.
“Sin Hambre no ha venido a dar ningún apoyo”, comento una de las vecinas de la calle Mineral del Bajío quien estuvo presente en las juntas.
Una carpeta que contenía las necesidades de la colonia fue anexada con ayuda de todos los vecinos interesados en el programa, el cual a la fecha no ha tenido una respuesta.
Es una sumade programas
En enero de 2013 se expidió el decreto presidencial para crear la Cruzada contra el Hambre.
Aunque en realidad esta cruzada concentra distintos programas sociales que ya estaban en funcionamiento, para reducir las carencias alimentarias, educativas, de salud, vivienda y servicios básicos.
Dentro de los programas que se incluyen en la Cruzada están Oportunidades (ahora se llama Prospera), empleo temporal, abasto social de leche (Liconsa), comedores comunitarios, atención de adultos mayores y escuela digna.
En la cruzada participan las Secretarías de Desarrollo Social, Educación y Salud.
En su primer año, se incluyó en la cruzada a 76 mil 135 guanajuatenses de 12 municipios; el año pasado la meta estatal se amplió a 250 mil beneficiarios de 21 municipios, y para 2015 se pretende llevar a todo Guanajuato.
Según la delegación de Sedesol, la inversión de los programas involucrados en la cruzada pasó de 2 mil millones de pesos en 2013 a 7 mil 241 millones en 2014.
Adeuda Sedesol 3 meses de sueldos
Decenas de promotores de la Cruzada Nacional Contra el Hambre tienen entre tres y cuatro meses sin cobrar su sueldo.
Su trabajo consistía en realizar recorridos de reconocimiento y de vinculación con los habitantes de colonias marginadas de León, además de convocar a las asambleas comunitarias, para organizar a la gente que recibiría el apoyo alimentario.
Sin embargo, ni el sueldo de los promotores ni la ayuda a colonias de la periferia han llegado, según constató AM.
La Universidad de Guanajuato y la Sedesol firmaron un convenio para coordinar el reclutamiento y contratación de los promotores.
El promotor Mario Águila Martínez mencionó que él se incorporó en noviembre de 2014 y estuvo trabajando en diez colonias, de las cuales en ocho logró formar comités.
Entre las colonias visitadas están Las Joyas, Observatorio, Paraíso, Valle de San Pedro, Buenavista y Lomas del Edén.
Su labor de promoción la hizo sin capacitación previa.
“La capacitación fue simplemente una explicación de lo que se trataba el programa”, dijo.
Primero debía platicar con la gente, juntar mínimo 50 personas y formar el comité.
Esto debía quedar registrado con fotografías y firmas para mostrar que la gente estaba respondiendo a las convocatorias.
Cada promotor tenía la encomienda de hacer un levantamiento de información para conocer las necesidades de la gente, y en base a ello hacer un plan de trabajo, que es el reporte final que se le entregó a Sedesol.
“Este programa es una estrategia que no da dinero, ayuda a bajar recursos para que la gente haga obras en sus colonias”, explicó el promotor Águila Martínez.
“El manual decía que ese trabajo se tenía que hacer en siete meses y a mí me contrataron para hacerlo en dos meses. Se ha de imaginar las presiones; si no terminas no te pago, nos decían”.
El contrato prometía un pago de 14 mil pesos por dos meses para cada promotor.
Pese a que Mario ya entregó su reporte con documentación probatoria, le han negado el pago de su sueldo.
“Pedí un contrarecibo y no me lo quisieron dar”. Llamó preguntando cuándo le iban a pagar, y no le dieron fecha.
“En la dependencia me piden que lo vea como un ahorro a futuro”.
50 más
En la misma situación se encuentra un grupo de 50 promotores que trabajaban en colonias pobres de León.
José Lehi Herrera Saldaña tiene detenido su pago desde enero de este año.
“La misma coordinadora te lava el coco, entre todos se echan la bolita. La parte que las instituciones públicas deben realizar no se está cumpliendo”, reclamó el promotor.
La relación laboral de José en Sedesol inició desde que se dio el reparto de televisores digitales el año pasado.
“Todas las reuniones eran informales en centros comerciales. Estas juntas eran para explicarte, pero sin ninguna capacitación”.
Ellos mismos debían sacar copias de los formatos, para levantar la información en los polígonos de pobreza.
“Me pedían hacer el comité sin previa capacitación, sin nada”.
Las colonias que cubrió José fueron Lomas del Mirador y El Rubí. Tenía asignado formar cinco comités y logró tres.
En estas colonias lo que los vecinos pedían era seguridad, empleo, desarrollo integrar y capacitación.
Plan trunco
Este programa estaba diseñado para que los capacitadores estuvieran trabajando en la colonia tres años: primero hacer la consulta y después aplicar los programas.
Sin embargo, a finales del año pasado se truncó el programa.
“Si a los trabajadores que somos nosotros no nos han pagado, no creo que las familias en extrema pobreza reciban el beneficio, queremos que ya no exista esta injusticia”, reclamó.
Tan sólo este promotor tenía 150 familias interesadas en obtener el beneficio del programa Sin Hambre.
“Todo diciembre estuve tocando puertas con los presidentes de colonos, pegar carteles para que la gente se enterara, ir con los líderes de la colonia y que fueran parte de la cruzada”.
El pasado 15 de enero, José entregó la evidencia de su trabajo en la delegación de Sedesol, y desde entonces no ha podido cobrar su sueldo.
Le deben desde diciembre
María Claudia Martínez recibió la convocatoria para participar en la cruzada contra el hambre, por parte de la Universidad de Guanajuato, de donde es egresada de la Licenciatura en Desarrollo Regional.
Las colonias que le tocó atender fueron Los Castillos, Rivera de los Castillos, Paseo del Río, Tiritas tercera sección y Santa Cruz.
En ellas concretó seis comités de vecinos, con un promedio de 50 personas, en su mayoría madres de familias.
La alimentación era la solicitud principal, instalar una lechería Liconsa, becas, seguridad, salud y espacios recreativos para los niños.
“Sedesol les iba a gestionar al menos tres de las solicitudes hechas”.
El trabajo de Claudia terminó en diciembre y desde entonces tiene su pago detenido.