Pumas llegó a León con alboroto y hasta una pedrada.
El camión que transportaría al equipo universitario del Aeropuerto Internacional del Bajío al hotel de concentración en León, fue apedreado poco antes de llegar a la terminal.
El chofer del autobús, contratado a una empresa, narró que el ataque se dio a la altura de la colonia Nuevo México. Fue una pedrada en una de las ventanas, sin que se registraran heridos, pues el camión sólo transportaba al propio conductor.
“Pues pudo ser cualquiera, como un niño, porque (el camión) no tiene ningun rótulo del equipo o de verdad (feu) alguien que la va a León, no sé”, explicó el conductor.
Ya en el aeropuerto, el vehículo fue revisado y no se encontraron más daños. De hecho, el chofer limpió los vidrios caídos sobre uno de los asientos y personal de los Pumas tapó el agujero con dos cortinas. Los felinos utilizaron el mismo transporte para evitar un retraso y así circularon hasta el hotel Crowne Plaza.
De parte del municipio de León, personal de la Secretaría de Seguridad Pública de León dijo no tener un reporte oficial del hecho y recordó ataques similares a automovilistas en esa zona de Silao.
En el plano amable, la llegada del cuadro del Distrito Federal causó mucho furor, pues una centena de aficionados esperaron al equipo en el aeropuerto.
“Espero que (Matías) Britos me firme mi playera y que no jueguen con nuestro sentimiento”, dijo Carolina, de 17 años, quien con cierto grado de preocupación acertó a lo temido.
Los Pumas se asustaron y aplicaron la misma estrategia que el América en su última visita: salir por la puerta trasera para que la avalancha de gente no detuviese el paso de los jugadores.
Ya en el hotel, los felinos fueron recibidos por otra veintena de aficionados, pero los jugadores tampoco se detuvieron a atenderlos.

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