Cerca de 210 niños y niñas, hijos de jornaleros agrícolas provenientes de Guerrero, fueron atendidos en el proyecto Na’Vali.
Dicho proyecto fue realizado por la Universidad Iberoamericana, el Centro de Desarrollo Indígena Loyola y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Ayer participantes del proyecto expusieron en la universidad parte de su experiencia.
Giovanna Battaglia, quien dirige el Centro Loyola, recordó que en 2011 se empezó a detectar que la población proveniente de aquel estado venía a trabajar a los campos de León. “Entonces decidimos y sabemos que debe haber un abordaje integral”, dijo.
Fue entonces que en 2014 los organismos comenzaron un trabajo de investigación, con el proyecto de campamentos Na’valí, que significa “niño” o “niña”. La idea tenía tres líneas: investigación, denuncia e intervención.
También participaron la Universidad de Guanajuato y la Universidad Pedagógica Nacional.
Como primera etapa, según expuso la nutrióloga Lorena Pantoja, se dio difusión al proyecto, cuyo objetivo fue atender a niños de 0 a 14 años en salud y nutrición, para después hacer contacto con las familias.
Éste incluyó apoyo en diversos campamentos en Los Sapos, Barretos I y Barretos II y Los Ramírez, así como un centro de acompañamiento.
“Con toda la investigación, los resultados eran para reducir los riesgos de mortalidad, mejorar el estado de salud y la nutrición, así como ejercer sus derechos”.
Atienden a hijos de jornaleros agrícolas
Cerca de 210 niños y niñas, hijos de jornaleros agrícolas provenientes de Guerrero, fueron atendidos en el proyecto Na”Vali.