En una de las colonias con mayor tradición e historia de la Ciudad de México se encuentra un negocio con poco más de dos años funcionando con el nombre de Lucky Paul’s. Empezó siendo un local pequeño pero las vueltas de la vida, el destino y el mejor golpe de suerte que Paul Segura, su propietario, pudo haber tenido, lo llevó a convertirse en lo que hoy es.
A una semana de haber iniciado este proyecto, Paul se dio cuenta de que al menú le faltaba algo, y con ayuda de su experiencia como chef profesional, creó la nueva carta. El lugar sin pretensiones ofrece hoy casi 20 tipos de hamburguesas, que se distinguen por su tamaño bastante generoso y sus precios accesibles que rondan entre los 30 y 60 pesos.
El negocio es frecuentado por extranjeros gringos, quienes acostumbrados a las porciones generosas (por no decir gordas) le propusieron al propietario hacer un tipo de ‘juego’, en el que involucraron una hamburguesa que hoy es conocida como ‘el gran suertudo’.
Esta creación cuesta 250 pesitos y lleva: carne de res, pollo, arrachera, chorizo argentino, butifarra que es un embutido típico de España, piña, mezcla de quesos importados, queso Oaxaca, mucho jamón, tocino, salsa búfalo, chile chipotle, papas en hojuelas y que con todos estos ingredientes puede llegar a pesar entre 2.400 y 2.600 kg.
El Reto
Este desafío consiste en terminarse tremenda porción en un tiempo máximo de 20 minutos.
¿Cuántos campeones hay?
Hasta el momento ninguno, sólo un aventurado logró comerse un kilo con 700 gramos en siete minutos y los demás… Los demás han sido intentos en vano. Si algún día, alguien logra coronarse como el primer campeón, se llevará una playera, un reconocimiento, un kilo de papas especiales y por supuesto no paga la hamburguesa.