“La mano de Dios siempre ha estado presente en cada paso de mi vida”, esta era una de las frases que constantemente acompañaba a Don Fernando Barba Amezcua.
Un hombre que ha dejado huella en Irapuato, quien destacó ante la sociedad por su dedicación y entrega como empresario, padre y amigo.
Ayer al medio día a los 85 años de edad falleció en esta ciudad y hoy su familia y
seres queridos lo recuerdan con gran admiración y respeto.
Un ser humano con tenacidad, fuerza de voluntad, sabiduría y el orden, esta última virtud lo llevó a alcanzar grandes logros en la vida, como ser fundador del Fraccionamiento Villas de Irapuato y pionero del la industria textil e impulsor para muchas personas que se acercaron a él y recibir un consejo.
Hoy le sobreviven su esposa la señora Margarita Paz de Barba y sus hijos: Susana, Fernando, Mayo y Ana, así como nietos y bisnietos.
El éxito de Don Fernando fue el resultado del esfuerzo y la perseverancia. Desde muy joven comenzó a trabajar, su entusiasmo, sus ganas de aprender, pero sobre todo el deseo de dar a sus hijos lo que él no pudo tener, lo llevó a convertirse en el hombre que hoy Irapuato reconoce y recuerda.
Otra de las frases de Don Barba Amezcua era “Orden, esa es la palabra mágica, si tienes orden, lo tienes todo”, quien siempre se distinguió por ese orden tanto en su vida profesional como personal.
Un hombre que siempre estuvo agradecido con Dios y con la vida por todo lo que le brindo a lo largo de ochenta y cinco años, un hombre que en su adolescencia se juró por Dios hacer algo en la vida y con esa promesa comenzó a trabajar.
Don Fernando Barba escribió dos libros “La Obeja Negra” y “Espírtu de Lucha” en los cuales relató cada vivencias de su vida y como logró llegar a ser un gran empresario reconocido en Irapuato, Guanajuato.
Su gusto por el Golf y sus repetidos viajes a diferentes puntos del mundo, los compartió al lado de su familia, lo que para él siempre fue prioridad, siempre estuvo rodeado de todo el cariño de sus hijos, nietos y bisnietos.
Ayer se ofició una misa de cuerpo presente en el templo de San Juan Bosco, y está siendo velado en la funeraria Gayosso y sus restos serán cremados el día de hoy.
Un hombre que nunca se rindió y que siempre lo invadió esa felicidad que lo caracterizaba al saludar a las personas.
Un líder exitoso
Una persona llena de alegría así fue Don Fernando Barba Amezcua, quien además destacó en la sociedad como empresario de éxito y renombre.