Con aplausos y porras, familiares, amigos y vecinos de Fernando Barba Amezcua, despidieron al empresario en la que será su última morada, la parroquia de Santa Margarita en Villas de Irapuato, donde fueron depositadas sus cenizas.
Desde la entrada a Villas de Irapuato, se colocaron grandes moños negros por el fallecimiento a los 85 años del empresario, este martes 27 de octubre, dejando un legado para los irapuatenses, no sólo de proyectos que se consolidaron y cambiaron la visión de Irapuato, sino por consejos de vida que impactaron profundamente en quienes pudieron conocerlo.
Luego de la misa de cuerpo presente que se realizó la noche del pasado martes en el templo de San Juan Bosco, sus restos fueron incinerados para ser depositados en un nicho que tiene su familia en la parroquia del fraccionamiento que fundó hace 40 años.
Los restos de Barba Amezcua, se depositaron, luego de la misa que ofició el padre José de la Luz López Pérez, quien destacó las cualidades como ser humano que poseía el empresario, cerrando su mensaje a los familiares con la breve frase, “misión cumplida”, por su trayectoria en todos los ámbitos en donde emprendió negocios.
Antes de la misa que se celebró en memoria de Barba Amezcua, uno de sus nietos, Sergio Ascencio Barba, destacó que a su abuelo le preocupaba la inseguridad en Irapuato, además de la corrupción, “Nos deja un gran legado para toda la ciudad, una de sus últimas palabras fue que creía que dejaba una ciudad peor de como la recibió, por las cuestiones de corrupción” refirió Ascencio Barba.
Un irapuatense distinguido
El alcalde, Ricardo Ortiz Gutiérrez, fue uno de los asistentes que acompañó a la familia de Barba Amezcua en la misa de ceniza, quien al final de la ceremonia religiosa, reconoció la trayectoria del empresario.
“Sin duda Fernando debe ser considerado un irapuatense distinguido, toda vez que se destacó de muchas maneras, primero como empresario exitoso, que generó trabajo para los irapuatenses, desarrollo, además de ser muy sencillo y un hombre muy fácil de tratar, ahora con su fallecimiento comienza su nivel de trascendencia, que es lo que buscamos como seres humanos”, finalizó.