Sientes agotamiento, problemas de espalda, cuello, hombros, presión arterial alta, puede ser resultado de tu ambiente laboral.
Los riesgos directos del estrés laboral para la salud han sido relacionados con cardiopatías, trastornos digestivos, aumento de la tensión arterial y dolor de cabeza, trastornos músculo-esqueléticos como lumbalgias.
Recientemente un estudio de la Academia Americana de Neurología halló una relación que las personas con trabajos demandantes y poco control sobre ellos tienen 58 por ciento más probabilidades de sufrir una isquemia y 22 por ciento más de hemorragia cerebral.
La OMS estima que entre el 21 y 32 por ciento de casos de hipertensión en América Latina están relacionados con altas exigencias laborales y bajo control.
Lorena Carmona Díaz, psicóloga laboral, alertó sobre las estadísticas han permitido confirmar que este problema es más frecuente en personas cuya profesión se basa en el trato directo con gente: médicos, psicólogos, trabajadores sociales, profesores, policías, bomberos, guardias de cárceles, comerciantes y encargados de brindar información o atención al público.
“Los pacientes con síndrome de desgaste profesional son muy exigentes, con baja autoestima o dificultad para manifestar sus emociones, y paulatinamente notan que algo les desagrada en su trabajo”, indicó.
De entrada consideran que su malestar se debe a inconformidad en la organización de su grupo laboral o a que se sienten cansados, por lo que toman algunos días de vacaciones.
Sin embargo, al reincorporarse notan que todo sigue igual y experimentan frustración y en 5 a 10 por ciento de los casos llegan al grado de sentir desgaste permanente y severo que puede ocasionar incapacidad de por vida para volver a desempeñar las actividades que venían realizando.
Los síntomas que se observan con mayor frecuencia son: Falta de realización personal. La víctima de este síndrome evalúa su trabajo en forma negativa y afirma que sus actividades no le satisfacen.
Aún más, la prolongación del estrés por el trabajo puede generar trastornos en la salud mental del empleado, como el “burnout” o desgaste emocional, afectando el desempeño laboral o causando actitudes poco saludables como el consumo de alcohol, tabaco y drogas, e incluso en casos extremos acciones fatales, motivadas además por un contexto adverso interno y externo.
Esto puede llevar a una persona a la angustia, a la depresión e incluso al suicidio, como lo ha puesto en evidencia la reciente crisis y recesión en Europa. Un estudio europeo mostró el aumento de los suicidios en nueve de los 10 países europeos estudiados del 2007 a 2009.
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Sientes agotamiento, problemas de espalda, cuello, hombros, presión arterial alta, puede ser resultado de tu ambiente laboral.