Las momias son cadáveres humanos o de animales que, ya sea por embalsamiento o causas naturales, se han conservado aún años después de la muerte.
Algunos de los factores que pueden propiciar a que un cuerpo se momifique son por siguientes: frialdad en la región, alcalinidad, aislamiento de la intemperie o de los microorganismos.
En México, uno de los lugares más emblemáticos para visitar momias es el estado de Guanajuato, sin embargo, Lagos de Moreno también ha dado varias momias en el municipio, y éstas pueden ser visitadas en el museo de las momias, ubicado en en el Cementerio Municipal.
La historia sobre el descubrimiento de las momias se remota no a mucho tiempo atrás, sino a unas cuantas administraciones, para ser específicos, en el gobierno de Saúl González Fuentes, ex presidente panista.
Según narró a AM, Efraín Palomino Zamorez, guía de turistas, una de las momias fue descubierta en la capilla donde se encuentran actualmente.
“Un miembro de la familia de la momias trabajaba en le panteón municipal de La Soledad, y descubre que su mamá está momificada”, narró Palomino Zamorez.
“Empieza a escarbar más y descubre más familiares y son los que se encuentran en la capilla”, agregó.
El sepulturero descubrió a su madre en este estado luego de haber abierto la caja donde se encontraba, ya que tenía que sepultar a un familiar.
“Avisó a la Presidencia que su familiar se encontraba momificado y el presidente Saúl no dejó que destruyera el cuerpo”, contó el guía de turistas.
“Pasados los meses se encuentran a más personas y es cuando se prepara la capilla donde ahora se encuentran las momias”, apuntó.
Según se narró, las momias fueron compradas al sepulturero, pero no con un costo exacto por ellas.
Algunas de las momias tienen su propia historia pegada en el cristal donde están colocadas para que le gente conozca quiénes fueron en vida:
Don Juan, el alma buena de la comunidad; en vida, una de las momias recibió el nombre de Don Juan. Nació en el año de 1916 y murió a la edad de 76 años.
Según narran sus familiares era de complexión robusta, piel morena, ojos de color café y cabello chino.
Era campesino y su carácter muy amable, respetuoso, padre de familia y esposo de la señora Sanjuana. Hoy, los visitantes del museo lo pueden encontrar usando la ropa que acostumbraba: de campesino, con pañoleta al cuello, sombrero y camisa de cuadros.
Adelaida, en espera del amor eterno; una de las momias que yacen en el museo tiene una historia de amor muy trágica, por lo que vale la pena contarla.
Hoy convertida en momia, en vida este cuerpo era habitado por el alma de Adelaida, una bella joven de tez apiñonada que lograba cautivar a todo el mundo. Vivió en Lagos durante el siglo pasado, lo que antes era conocido como el barrio del Molino y bajo el seno de una humilde familia comerciante en la plazuela del Hueso.
A pesar de ser tan bella, Adelaida era tímida, sin embargo, ese carácter no impedía que en su fuero interno deseara la llegada del amor y de un compañero para toda la vida. Según se cuenta, un buen día llegó un nuevo comerciante a la ciudad, su nombre era Cándido, hombre educado, y de buenos principios que pasaba de los 40 años, una edad muy avanzada para la joven Adelaida. Cándido logró entablar amistad con la familia de Adelaida y poco a poco el amor ocupó un espacio entre ambos.
Por fin, luego de años de espera, Adelaida había encontrado el amor en Cándido, quien le brindó un noviazgo limpio, sano y verdadero. Un día, Cándido murió de manera fulminante mientras atendía a sus clientes en su negocio, ubicado en la antigua calle Reforma, hoy 5 de mayo.
Aquella muerte fue un golpe muy duro para la joven, quien se dice, desde entonces vivió triste y en la soledad de su cuarto, prometiendo esperar el regreso de su amado en el más allá. La leyenda dice que su cuerpo se momificó por la promesa a Cándido de esperarlo.
Casa del Balcón Corrido

Lagos de Moreno es doblemente rico en cuanto a patrimonio se trata, pues además de tener edificaciones con gran valor histórico y arquitectónico, algunos de estos monumentos tienen, además, una leyenda que contar, lo que convierte al lugar en un monumento con doble valor, tanto de patrimonio tangible como intangible.
Una de las edificaciones más importantes del Centro Histórico, y que además es hogar de una de las leyendas más populares de Lagos, es sin duda, la Casa del Balcón Corrido.
Ubicada en la calle Francisco I. Madero, con estilo neoclásico y su balcón enrejado con fierro de Comanja, una edificación española del siglo XVIII, es hogar de varios espíritus malignos, según narra la leyenda.
Según se cuenta, los primeros habitantes del lugar sepultaban a sus muertos en el patio. Todos los familiares eran depositados en lo que podría ser el cementerio particular de la casa.
Quizás esto ha sido un referente para que el lugar se haya convertido en una verdadera casa de espanto.
Según narró a AM Efraín Palomino Zamorez, guía de turistas en Lagos, ésta es una de las casas donde más actividades paranormales se presentan, y tanto es así que, en varias ocasiones se ha rentado para instalar oficinas o centros de educación, sin embargo, es muy poco el tiempo que permanece ocupada por “los vivos”, ya que la mayor parte del tiempo está abandonada.
“El IDEFT estuvo aquí un tiempo pero se salieron muy pronto porque a los que estudiaban gastronomía les prendían los hornos, apagaban las luces, se veían pasar sombras, y más cosas que asustaron a los que estaban aquí”, contó el guía de turistas.
Se comenta que se puede apreciar la silueta de algunas personas rondando por el balcón alrededor de las 2 o 3 de la mañana, y actualmente, una de las ventanas del balcón está abierta, a pesar de que no hay nadie en la casa.
A pesar de que la edificación tiene dueños, no se ha intervenido en ella, pues también tiene algunos daños por el deterioramiento y la humedad, por lo que se recomienda atender al menos la fachada y que la casa esté abierta al público, porque su interior tiene una construcción arquitectónica digna de ser apreciada por los ciudadanos.

Agradecimientos:
Efraín Palomino Zamorez, guía de turistas

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