“Pese a los riesgos que existen en Bomberos, me gusta y seguiré sirviendo a la ciudadanía, mientras Dios me lo permita”, expresó Cristian Raúl Morales Navarro, quien ya cumplió 12 años dentro de la corporación de Bomberos La Piedad. Señala que continuará ayudando a la gente, ya que se siente como en una gran familia.
A sus 25 años, Christian dijo que inició en Bomberos La Piedad cuando se encontraba estudiando el bachillerato en el CBTis, donde tenía que presentar su servicio social y al igual que otros compañeros decidieron entrar a Bomberos.
Al término del servicio decidió continuar en la corporación, ya que por las cosas que aprendió en ese tiempo y la convivencia con sus compañeros le agradaron.
“No importa el peligro y los riesgos, deseo continuar en Bomberos La Piedad, me gusta lo que hago, más sabiendo que estamos para servicio a la ciudadanía”.
Un honor
El primer servicio que realizó fue la quema de un pastizal rumbo al Tecnológico de esta ciudad, comentó que sintió adrenalina al saber que enfrentaría al fuego, pero al llegar se le quitó todo miedo e inició su labor.
Un servicio de urgencia que lo marcó fue el ocurrido en la carretera La Piedad-Carapan, a la altura de la comunidad de Ticuítaco, La Piedad: ocurrió una volcadura, un camión de carga cayó encima de una camioneta Nissan y quedaron atrapadas 4 personas.
La liberación de una se dificultó, por lo que trabajaron por varios minutos muy tensos y de manera coordinada con corporaciones como Radio Auxilio y Cruz Roja.
“Esa ha sido una experiencia agradable, ya que trabajamos de manera coordinada con otras corporaciones, al final sólo el lesionado resultó con heridas leves, me dio gusto saber que esta persona salió viva del accidente”.
Por lo anterior reitera que se siente agradable y bonito pertenecer a una corporación de auxilio, aunque por otro lado siente impotencia cuando no puede ayudar, pese que al esfuerzo que se hace por llegar pronto a un incendio.
Un amargo momento fue cuando un niño de 3 años perdió la vida en un incendio, en una vivienda cercana al Lienzo Charro.
“Actuamos rápido para llegar al lugar del incendio, pero un niño ya estaba muerto por inhalación de humo”, dijo con tristeza.
“Estuvimos dando Respiración Cardio Pulmonar (RCP), pero el niño ya no reaccionó, lamento no haber podido ayudar a ese angelito, eso a veces se causa tristeza, pero debemos seguir adelante, debemos aprender de esas experiencias, tenemos que levantar la cabeza, porque puede surgir otro servicio de urgencia y tenemos que estar preparado para eso”.
Él continuará como Bombero hasta que Dios le presente vida, porque reconoce que la actividad le ha ayudado en su vida personal.
“Bomberos es parte de mi vida, es otra familia para mí, me siento identificado con mis compañeros, hacemos un ambiente agradable”.
No lo aprobaban
Al inicio sus padres siempre tenían el pendiente, pero con el tiempo se acostumbraron al saber que ayuda a la gente y señala que ahora existe más comunicación con sus padres y le brindan todo el apoyo.
Christian invita a los jóvenes a que conozcan el cuartel de Bomberos.
“Es bonito ser Bombero, ojalá más jóvenes vengan y se integren a esta actividad, que no se dejen llevar por lo que les puedan contar, deben venir a conocer y vivir esta experiencia de poder servir a los demás”.