El plan del Pentágono que enfatiza el esfuerzo largamente paralizado de cerrar el centro de detención de la bahía de Guantánamo, esperado la próxima semana, incluye detalles que indican que la correccional Centennial en Colorado es un sitio adecuado para enviar a detenidos que las autoridades consideran que nunca deberían ser liberados, dijeron funcionarios del gobierno.
El plan representa un último esfuerzo de la administración de Obama para convencer a los fuertes oponentes en el Congreso que los detenidos peligrosos, que no pueden ser trasladados con seguridad a otros países, deberían ser alojados en una prisión de Estados Unidos.
De acuerdo con funcionarios del gobierno, el plan no hace recomendaciones sobre cuál de los siete lugares en Estados Unidos es el preferido, pero enumera las prisiones en Colorado, South Carolina y Kansas que un equipo del Pentágono revisó en meses recientes y menciona las ventajas y desventajas de las instalaciones. Estos elementos pueden incluir la ubicación de las instalaciones, costos de renovaciones y construcción, capacidad de albergar tropas y de celebrar audiencias con una comisión militar, y la infraestructura de salud.
La instalación del Centennial tiene ventajas que podrían superar sus inconvenientes, según las autoridades, pero no hubo detalles disponibles y tampoco se ha llegado a conclusiones. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizados a discutir el asunto públicamente.
Cualquier decisión de seleccionar una instalación en Estados Unidos requerirá de la aprobación del Congreso, algo que los legisladores estadounidenses dicen es poco probable. Al mismo tiempo, los prisioneros peligrosos no son nuevos para Colorado. El centro Supermax en Florence, Colorado, bautizado como el “Alcatraz de las Rocallosas”, ya tiene terroristas condenados, incluidos el Unabomber Ted Kaczynski y Zacarias Mossaoui, uno de los conspiradores de los ataques del 11 de septiembre de 2011.
El plan del Pentágono también expone el esfuerzo más amplio por reducir la población de detenidos en Guantánamo, a través de traslados a otros países. El centro tiene ahora a 112 detenidos y 53 son elegibles a ser transferidos. El resto está siendo enjuiciado por la comisión militar o el gobierno ha determinado que son demasiado peligrosos para dejarlos en libertad, pero no enfrentan cargos.
Para aprobar un traslado, el Secretario de Defensa, Ash Carter, debe concluir que los detenidos no regresarán al terrorismo o al campo de batalla una vez puestos en libertad y que hay un país dispuesto a recibirlos y a garantizar que los tendrán bajo seguridad.
Mientras el presidente Barack Obama se dirige a su último año en el gobierno, el esfuerzo es parte de un impulso por mantener su promesa de campaña de cerrar el centro de detención de la bahía de Guantánamo, en Cuba. Pero enfrenta una ardua batalla con el Congreso.
El senador John McCain, de Arizona, ha pedido un plan del gobierno para el cierre de Guantánamo. Las visitas de los equipos de evaluación del Pentágono durante los últimos meses fueron parte del esfuerzo por ofrecer opciones de reubicación para los detenidos de Guantánamo.
“He pedido por seis años y medio a este gobierno que presente un plan, un plan que podamos implementar para cerrar Guantánamo. Nunca se ha presentado uno y tendría que ser aprobado por el Congreso”, declaró McCain esta semana.

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