El virus Coxsackie pertenece a la familia de los enterovirus (de la familia de la poliomielitis y hepatitis A), los cuales viven en el tracto digestivo de los humanos. Estos virus se pueden transmitir de por el contacto con manos o superficies contaminadas con heces.
En las zonas tropicales, las infecciones se producen durante todo el año, pero en climas más fríos los brotes del virus Coxsackie ocurren a menudo en verano y otoño.
En la mayoría de los casos, el Coxsackie provoca síntomas leves parecidos a la gripe, que desaparecen sin tratamiento; en algunos casos pueden generar infecciones graves.
Síntomas
El Coxsackie puede producir una amplia variedad de síntomas. La mitad de los infectados no muestran síntomas, aunque algunos presentan fiebre alta súbita, dolor de cabeza y dolores musculares.
Otros presentan también dolor de garganta, malestar abdominal o náuseas. Un niño infectado por el virus puede tener fiebre sin presentar ningún otro síntoma. En la mayoría de los casos, la fiebre dura unos 3 días y luego remite.
Aparte de la fiebre, el virus Coxsackie puede provocar distintos síntomas que afectan a diferentes partes del cuerpo:
Existe la llamada enfermedad ‘mano-pie-boca’ o Fiebre Aftosa Humana que se muestra con úlceras rojas y dolorosas en garganta, lengua, encías, paladar y dentro de las mejillas, así como en palmas de manos y pies.
La Herpangina es una infección de garganta con úlceras y ampollas rodeadas de un anillo rojo en amígdalas y velo del paladar.
También el Coxsackie provoca conjuntivitis hemorrágica: una infección que afecta a la esclerótica (o blanco del ojo). Suele empezar como un dolor que evoluciona a enrojecimiento, lagrimeo, hinchazón, fotofobia y visión borrosa.
En contadas ocasiones, el virus provoca infecciones graves que requieren hospitalización, incluyendo meningitis viral, una infección de las membranas que recubren el cerebro; encefalitis, una infección del cerebro y miocarditis, una infección del músculo cardíaco.
Los recién nacidos, a quienes sus madres pueden contagiar durante el parto o poco después, tienen mayor riesgo de contraer infecciones graves, incluyendo miocarditis, hepatitis y meningoencefalitis. En neonatos, los síntomas se presentan en las dos primeras semanas de vida.
Virus no es mortal, pero es curable
Afirma el director de la Jurisdicción Sanitaria 6, que el virus del Coxsackie no es mortal, no hay vacuna, pero ya se tiene riguroso control sobre el mismo.
En entrevista, Adolfo Murillo dijo haber sostenido una reunión con personal de la Jurisdicción, para que haya constante comunicación con las escuelas y que estas acaten las medidas de prevención.
Sostuvo que la jurisdicción supo tarde sobre el problema de salud en las instituciones educativas del CENDI y la primaria Nissan Andanac, sin embargo se tomaron de inmediato medidas y hasta ahora, “no habrá necesidad de un cerco epidemiológico”.
Externó que se realizará un muestreo a todos los niños con probabilidad de contagio y se enviarán al laboratorio estatal para determinar si son positivos.
Dijo que es muy importante que el CENDI adopte mejores medidas higiénicas; infirió que el personal podría estar rebasado por el número de niños, por lo que se descuidó el lavado de manos al cambiar pañales, lo que originó el brote.
Y dijo a la población, “sí es contagiosa cuando hay contacto como abrazos, compartir vasos o simplemente tener contacto con las heces, como al cambiar pañales a los bebes”, remató.