México no sufre acoso a su arribo a Honduras

Un gran grupo de oficiales de policía fueron los encargados de resguardar la seguridad de la Selección Nacional Mexicana a su llegada a San Pedro Sula, donde se medirá con Honduras en duelo correspondiente a la segunda fecha de la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018, llegada que fue bastante más tranquila de lo que se esperaba.
El férreo operativo de seguridad fue diseñado para ciudar hasta el mínimo detalle. Auqnue ños oficiales permitieron que la prensa se acercara a la zona para buscar entrevistas o fotografías y que los aficionados del Tri que realizaron el viaje hasta San Pedro gritaran arengas para apoyar a los suyos. En realidad el operativo luce inecesario, pues al aeropuerto han acudido más reporteros y fotógrafos que aficionados.
Fueron 52 policías (habían 20 más en el hotel de concentración de México), ocho moticicletas y 2 patrullas quienes se encargaron de resguardar a México durante sus traslados dentro del país. “Aquí hasta el aire que respiren va a tener que pedir una autorización para poder ingresar”, aseguró Juan José Mata, subinspector de la Policía Nacional de Honduras, “Nadie puede pasar, tenemos varios anillos de seguridad que se encargarán de cuidar a México. Lo de la serenata, nadie puede impedir el derecho al libre tránsito, siempre y cuando se mantengan afuera del territorio del hotel”.
Como parte del operativo de seguridad, la el Tri viajará en un camión sin los típicos vivos y leyendas de apoyo para el llamado “equipo de todos”.
Contrario a lo que se acostumbraba en años anteriores, la recepción que los Hondureños dieron a los mexicanos fue muy cálida, incluso un chico hondureño de nombre Francisco Rodríguez, de 18 años, buscaba desesperadamente que Javier Hernández le diera su autógrafo, porque “es el jugador que más admiro en todo el mundo”.
“Tengo sus playeras de los equipos donde ha jugado en Europa. Me compré la del Manchester United, la del Real Madrid y traigo puesta la que está usando ahora, que es la del Bayer Leverkusen”, expresó Francisco.